Los cortometrajes son historias de poca duración pero tienen el poder de crear narraciones complejas y Juan Carlos Ayvar quien se ha dedicado a la producción de cortometrajes nos cuenta más acerca de este proceso.

Juan Carlos comenzó su formación en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) donde concluyó la carrera de comunicación en 2004. “Del 2005 al 2009 fue una autogestión, traer profes a Tijuana y aprender de Nerio Barberis, Laura Imperiale, Gustavo Montiel, Hugo Rodríguez, Erika Licea, Enrique Arroyo, toda esta parte de profesionales del Centro de Capacitación Cinematográfica y académicos” habla sobre sus inicios en el medio.

A partir de su trabajo como productor en Los Hamsters —una tesis del CCC que evolucionó a largometraje— cuando se comenzó a cuestionar los caminos que tenía por recorrer y es así que decide entrar al CCC para ampliar sus horizontes entendiendo el panorama que antes no podía ver; a su llegada Ayvar ya venía con la experiencia que le había dejado la formación práctica que tuvo en Tijuana y esto nos dice al respecto: 

“Me parece fundamental ese grupo que tuvimos en Tijuana, eso fue para mi CCC y mi CUEC en el sentido formativo, hicimos 15 cortometrajes donde rotábamos puestos. Pasaba de ser director, fotógrafo, sonidista, el que trae los refrescos, el que maneja los carros, el que va por la actriz, todas las tareas… Pero en el área que yo me sentí más sólido fue en la parte de producción”.

En los años que Juan Carlos estudió no había formación cinematográfica en la ciudad, pero la situación ha cambiado y esta es su perspectiva “Llegó a Tijuana después de estar fuera 7 años y ya hay dos escuelas de cine —una formándose— así como un diplomado permanente”. En lo que respecta a la ciudad que lo vio crecer dice:

“La parte formativa en Tijuana ya está sólida, pero me parece que a nivel nacional me quito esta playera de tijuanense y ahora me interesa mucho el país. Estamos preparando una plática general de cómo aplicar a los fondos específicamente a los cortometrajes para gente emergente y al mismo tiempo estamos esperando unas asesorías”.

Pues no solo se ha dedicado a la producción, también estuvo trabajando en el IMCINE donde fue subdirector de cortometraje y coordinó la Convocatoria del Concurso Nacional de Proyectos de Cortometraje haciendo que conociera trabajos de muchos estados de la república por lo que opina “Nuestro México en el cine es muy variado”.  

Le preguntamos acerca de los requisitos para las concursar por el apoyo y esto nos cuenta él, quien estuvo del otro lado, “Pudieran ser muchos documentos, pero me parecen necesarios pues son fondos públicos” explica respecto a lo que pudiera ser un proceso que trunca y continua “Si no eres capaz de tener los documentos en regla ¿Cómo serás capaz de llevar a buen puerto la producción de un cortometraje?”

Juan Carlos quien deja como legado en el IMCINE un tabulador para presupuestar, carpetas de los proyectos ganadores y formatos que sirven como herramientas para los aspirantes.”Buscaba que todos tuvieran las mismas herramientas para poder acceder a los fondos” afirma y a pesar de haber puesto fin a su estancia en la institución Ayvar deja claro que sigue con la camiseta bien puesta.

Con la esperanza de ampliar la industria cinematográfica a más estados en la república para enriquecer el panorama nacional nos despedimos de Juan Carlos muy agradecidos de tener personas con esta madera para compartir sus conocimientos y experiencias a los que apenas van comenzando.