FeNaL 2017: Pepe Gordon y el inconcebible universo
“¿A quién le gustaría ver una máquina del tiempo?, a muchos de nosotros ¿cierto?, pues lo único que debemos hacer es levantar la vista, ya que cuando vemos la luz del sol, que tarda ocho minutos en llegar a la tierra, estamos observando el pasado inmediato; pero al mirar las estrellas, vemos lo que sucedió hace millones de años, tal vez esa estrella ya murió y apenas nos está llegando su luz”. Con esta reflexión Pepe Gordon inició la presentación de su libro El inconcebible universo sueños de unidad (2017), publicado por Sexto Piso.
Posteriormente se adentró al contenido del libro diciendo, “El texto nos lleva a través de la imaginación que realiza la ciencia y literatura, nos sumerge en un universo que desafía todas nuestras nociones, encontraremos nuevos pensamientos científicos como los de George Smoot, Roger Penrose o Leonard Susskind, mezclados con la literatura de Isaac Bashevis Singer, Amos Oz, Octavio Paz y Borges”. El libro nos hace imaginar un universo no visible a los sentidos.
Pepe Gordon enfatizó la relación entre ciencia y literatura, recordó que el físico Juan Maldacenas descubrió a través de la correspondencia holográfica que dos universos pueden ser el mismo, entendido por dos lenguajes diferentes, El Aleph de Borges, donde en un solo punto se descubren todas las facetas del universo o como Octavio Paz en su poema Piedra del Sol, busca que todo esté unificado: “para que pueda ser, he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros”.
La ciencia y la literatura son una extraordinaria forma para comprender e imaginar el universo y todo lo que le rodea, con textos de Pepe Gordon e ilustraciones de Patricio Betteo, El Inconcebible universo sueños de unidad nos lleva a través de un viaje científico, mágico y poético. Me despido con una reflexión del científico mexicano Gerardo Herrera, que dice: “Ya no sé si Pepe Gordon nos enseña en este libro los elementos de poesía que existen en el pensamiento científico o nos muestra los elementos de la ciencia que están en la poesía. Que feliz confusión”.