Hay una frase que advierte: “el que mucho enseña, poco tiene”. ¡Cuánta verdad hay en ella! Gastamos demasiado tiempo construyendo una imagen que vive solo en la virtualidad y nos preocupa demasiado gritarle al mundo “lo feliz que somos” pareciera que cualquier viaje, éxito o relación sólo tiene validez cuando genera likes. Mucho enseñamos para “maquillar” los vacíos que poseemos.

Es en esa fugacidad, distorsión e ilusión que crean las redes sociales, que sustituimos e incluso perdemos la intimidad de una habitación, el calor de una cena, la privacidad de una conversación y hasta la complicidad de un momento del que sólo dos tendrían memoria. Esta actualidad, aparentemente decadente, es la que nos obliga a repensar el amor; al menos es lo que plantea Jorge Robles, director de la puesta en escena Hablemos de amor.

Fotografía: Israel Ávila

El espectador acompaña a Alfredo Gatica, Michelle Jurado, Francisco Pizaña, Natalia Madera, Andrea de Fátima y a Fabrizio Grajeda (alternando con Carlos Gatica) por viaje de entretejidos de diálogos y fragmentos literarios que van desde Erich Fromm hasta Shakespeare. ¿Será el amor sinónimo de deseo? ¿Amor es lo mismo que pasión? ¿Deseamos amor o lo necesitamos?

Dirigida y adaptada por Jorge Robles, Hablemos de amor no resulta ajena a ningún tipo de público, es justo ese sentimiento el que nos mueve en el día a día y, sin embargo, pocas veces hacemos una pausa para plantear la manera en la que lo vivimos. El amor puede ser tan natural como intenso, a veces lleno de odio y en ocasiones simplemente nos sumerge en un estado de ensueño.

Fotografía: Israel Ávila

Como un espectáculo multidisciplinario que incluye técnicas provenientes de la danza, el clown y el combate escénico, la obra se aleja de cualquier cliché. No nos hará suspirar, mucho menos terminará con un “vivieron felices para siempre” pues el amor puede ser todo menos banal. De esta manera, el público confronta sus propios paradigmas entorno al sentimiento.

Hablemos de teatro y Hablemos de amor,  solos, en pareja o con amigos pero háganlo todos los viernes hasta el 31 de agosto en el Teatro La Capilla.

Fotografía: Israel Ávila