Hannah Gadsby: El lado negativo de la comedia
Es importante conocer toda la historia. De todas las ideas que Hannah Gadsby nos comparte en su especial de Netflix llamado Nanette, ésta es la que más impactado me dejó, pues constantemente nos recuerda que al escuchar una historia incompleta nos quedamos con ideas erróneas, pero no sólo eso, también habla de las consecuencias que eso puede tener en un ámbito más personal.
Si pudiera describir Nanette, en pocas palabras, diría que es una montaña rusa de emociones; nos hace sentir alegría, enojo y tristeza en cuestión de minutos y, al mismo tiempo, la comediante logra exponer su visión del mundo a través de sus vivencias, lo cual nos pone en los zapatos de una lesbiana, australiana de 40 años.
La narrativa de su stand-up resulta interesante al entrelazar una amplia variedad de temas con gran facilidad, a través de distintas experiencias, tanto buenas, como malas, que ha tenido a lo largo de su vida. Aborda problemáticas sociales actuales, como lo son el machismo, la discriminación hacia personas de la comunidad LGBT+ (tanto externa como interna), la tolerancia, la tensión, entre muchos temas más.
También enfatiza en temas positivos, como el respeto y la autocrítica, comenta sobre lo que puede suceder cuando se llega a los extremos respecto a lo que uno piensa sobre uno mismo. Es difícil hablar de un momento en específico en el que hable del respeto porque el tema está presente todo el tiempo; Hannah Gabsby quiere implementarlo como uno de los valores más importantes, pues es la clave para la convivencia incluso con uno mismo, pues está bien reírse, pero a veces dejamos de lado el autorespeto por un chiste, que al final del día sólo lastima.
No sólo eso, Gabsby explica lo que es un chiste desde sus raíces. Utiliza el humor para dejarnos una lección de vida, argumentando que en esencia un chiste consta de dos cosas: la primera es el inicio y el final es el desarrollo; debe terminar con una frase clave para hacer reír a los demás, desde un panorama amplio esto parece simple y fácil, pero regresamos a la idea de las historias incompletas, pues al estar constituidas por un inicio y un desarrollo no se conoce el desenlace, lo cual no te permite superar lo que estás contando.
Lamentablemente este fue el acto de despedida de Hannah Gadsby de los escenarios, una grandiosa comediante con 12 años de carrera, quien, durante el mismo stand-up, nos explica sus razones, permitiéndonos adentrarnos en su crítico cerebro.
Otro de los puntos intensos de su despedida es el momento en el que después de contar su historia desgarradora, la comediante toma aire y dice “There is nothing stronger than a broken woman who has rebuilt herself.” (No hay nada más fuerte que una mujer rota que se ha reconstruido). Cualquier persona que ha tenido que reconstruirse a sí misma, que ha tenido que volverse independiente, se puede identificar con esta idea, con ello logra transformar un simple show en algo más personal, en algo humano.
Una parte de mi piensa que Nanette no es para todos, pues hay muchos grupos sociales que pueden ofenderse ante las palabras de Hannah Gadsby, principalmente los que son considerados parte de la categoría social conocida como “hombre, blanco y heterosexual”. Gracias a los encuentros que ha tenido con éstos, la perspectiva de la comediante resulta drástica e incluso les recuerda que no son las figuras más altas y poderosas de la sociedad, sino que son uno más y por lo mismo deberían de sufrir lo mismo que las “minorías”, es decir, deberían de aprender a tolerar la crítica y estar conscientes de que pueden ser víctimas de ella, especialmente porque han estado exentos en una realidad donde solo el pensamiento de sus iguales importa.
Me parece que todos deberían ver Nanette, pues la conclusión a la que llega es demasiado poderosa, me parece que cada uno de nosotros encontrará algún rasgo en común con Hannah Gadsby y, por lo mismo, empatía será la principal emoción que sentiremos.
Finalmente, solo puedo recordarles que pueden verlo en Netflix y que deberían hacerlo porque la diversidad es una característica asombrosa en los seres humanos, pero al mismo tiempo es algo que constantemente intentamos destruir. Así que denle una oportunidad a Hannah Gadsby, que ella misma logra explicar perfectamente la hermosura de la diversidad.