Hasta siempre, hijo mío
Este año la Cineteca Nacional presenta la 68° Muestra de Cine Internacional, que como cada año nos permite tener acceso a las propuestas que realizan más allá de nuestro espectro habitual en las salas de cine. Y en esta ocasión pudimos ver Hasta siempre hijo mío, una película del director Wang Xiaoshuai que relata la historia de una familia desde los años 80’s hasta la época actual, dando un contexto histórico importante a la vida en aquel país que podría parecer tan lejano a nuestra realidad.
Con la muerte de Xingxing, comienzan la historia de dos familias que terminan formando lazos cercanos gracias a su relación de fraternidad en donde guardaban los secretos más turbios, aunque esto significara ocultar también el derecho a conocer la verdad para los padres que vieron a su hijo perecer como resultado de un trágico accidente en un lago.
En el año 1979 China tomaba una medida para detener el crecimiento de la población, la política del hijo único aquella que promovía que las parejas solo tuvieran un hijo. Una propuesta bastante descabellada, que fue impuesta a la población. Los protagonistas de esta película —Liyun y Yaojun— una pareja clase media que lucha por sobrevivir en un lugar que parece decirles que no son aceptados por sus carencias económicas, se ven en un dilema pues no cuentan con los medios para pagar la multa de un segundo hijo que ellos tanto anhelan.
Así mismo podemos vero como durante la película los personajes se van desarrollando desde la culpa por sus decisiones y como van tratando de redimir las actitudes a pesar del tiempo. Aunque el perdón puede llegar desde el interior en ocasiones el escuchar las palabras puede ser sanador para quien ha herido, este es otra de las problemáticas en el film.
Con una duración de 180 minutos el guion se mantiene dando un contexto a cada uno de los personajes, que saltan del tiempo entre el presente y el pasado para ir creando una pintura completa del panorama contemporáneo de China desde distintos lados sociales y como es que el progreso se ha presentado en ciertos sectores. Otro matiz de este cuadro es la migración de los más talentosos a Estados Unidos, pues las oportunidades en su país no tienen tanta lucidez como lo que se puede esperar en un lugar con un modo de vida tan contrario.
Podemos ver tomas que permiten al espectador conocer la cotidianeidad del local, con paisajes que se perciben llenos de contaminación, con carencias que no son ocultadas para complacer. En una escena se retrata la clásica formación de la fuerza obrera socialista que se mantiene unida, pero en un momento donde la unión se desquebraja frente a la realidad y la necesidad para poder subsistir.
Hasta siempre, hijo mío con Wang Jingchun y Yong Mei — Yaojun y Liyun, respectivamente— quienes ganaron el Oso de Plata en el Festival internacional de Cine de Berlín se estará presentando en la Cineteca Nacional del 23 al 26 de noviembre de 2020.