Los grandes filósofos han debatido durante años la naturaleza del ser, su complejidad, sus esquemas morales y sus impulsos. Estudiarlo, no ha permitido una mejor comprensión de nuestra especie, en cambio, ha regalado inspiración que han terminado como grande clásicos del arte.

Henrik Ibsen, dramaturgo noruego, encontró en la convención del matrimonio un sinfín de prácticas donde es la mujer, principalmente, quien debate su existencia entre el deber y el querer ser. De esa inspiración, hace más de un siglo nació Hedda Gabler, obra que constituyó uno de sus más grandes éxitos.

Foto de Itzel Noguez

Como todo clásico, sorprende su capacidad para mantener su temática vigente. Así, Gabriela Guraieb hace una adaptación dirigida por Angélica Rogel. El texto, situado en la década de los 70, delimita la figura de una mujer que lleva en sus hombros el peso del qué dirán, una carga que se convierte en una cárcel psicológica.

La vida de Hedda Gabler es interpretada por Gabriela Zas, quien dota al personaje de gracia y cierta simpatía. Pero sin duda, son Jerónimo Best e Iker Madrid quienes lucen en el escenario con sus sorprendentes actuaciones. Los matices de sus interpretaciones se exhiben como momentos cumbre, para hacer que nos cuestionemos sobre los fantasmas que viven en aquello que nos reservamos.

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La construcción dramática de Hedda Gabler, es la responsable de develar las motivaciones de su protagonista, una mujer tan compleja que todo, de alguna manera, se conecta para trazar su esencia. Nada es lo que parece, tras su inocente figura se esconden mensajes contradictorios, sus comentarios sarcásticos pueden pasar desapercibidos, pero no su monotonía, esa es visible aún cuando se apagan los reflectores.

Gabler es una mujer aburrida hasta los huesos; también está arrepentida de su matrimonio, aunque se alimenta de saberse querida y procurada. Espontaneidad, autenticidad es lo que busca; ser deseada u objeto de inspiración es lo más cercano a sentirse viva. En su extraña resignación a la rutina, no deja pasar ninguna oportunidad de crear caos, de ser peligrosamente el origen de un big bang en la vida de quienes la rodean.

Foto de Itzel Noguez

Poco a poco y con la visita de viejos amores, la historia de Hedda cambiará radicalmente, hasta llevarla a un punto casi lunático. ¿Serán más fuertes sus deseos que la presión social? ¿Logrará ser feliz? ¿Los demás podrán comprenderla? Descúbrelo todos los martes a las 8:30 pm en el Teatro Helénico.

Foto de Itzel Noguez

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  • Teatro del Centro Cultural Helénico
  • Drama
  • Del 14 de mayo al 20 de agosto de 2019.
  • Dramaturgia: Gabriela Guraieb a partir de la obra de Henrik Ibsen
  • Dirección: Angélica Rogel
  • Elenco: Paloma Woolrich, Gabriela Zas, Verónica Bravo, Omar Medina, Iker Madrid y Jerónimo Best.