“Las mamás no mueren” afirma Juan, con una voz que se percibe confundida y aterrada, como si esa oración fuera dirigida para él, para convencerse de que no dejará de escuchar los cantos de tu madre, que ella estará ahí para trenzar fibras al unísono de los sonidos de las aguas y la naturaleza. 

Hablamos constantemente de la muerte, sabemos que es para todas y todos, la tenemos más presente de lo que pensamos, ¿cómo la reconocemos? ¿de qué tamaño es? ¿de qué color? ¿a qué huele? Juan resuelve todas las preguntas al encontrarse con ella, con muchos aspectos que cambian a la par de la conversación y aquel pequeño valiente, logra burlarse de ella. 

La muerte es inevitable, para Juan eso no es una opción. Después de la batalla de donde salió triunfante, desde fuera observamos de lo que la muerte es capaz, de tomar el cielo y cada espacio para quitarle el color y convertirse en una profunda oscuridad; emitir el grito más ensordecedor y volverse en segundos en una mariposa de un color naranja brillante, casi parece indefensa al quedar encerrada en un frasco por la astucia de Juan. 

Todo pinta mejor, la madre ahora se encuentra bien, todo su cuerpo funciona a la perfección, no hay malestares. Solo hay vida. Vida en todos lados, en cada rincón del pueblo, nada muere. Por más que parecieran las noticias que más añoramos, las consecuencias de esto son distintas a lo que se puede imaginar. Los animales y las plantas no morirán, los vendedores no trabajan no hay qué vender. El curso y la vida que conocían no podrá seguir. 

Aquel ajuste, ya no parece ser viable. Junto al niño, observamos las consecuencias que se presentaron por intentar detener lo que tiene que avanzar. Que la ausencia de la muerte no es el mejor escenario por más que quisiéramos retrasarla. “Juan y la Muerte” es una obra que pareciera estar dirigida a un público infantil, sin embargo, toca un tema del que las personas adultas aún no tenemos total certeza.

Erandhi Durán, Ivonne Márquez, Luis Miguel Moreno y Jorge Viñas dan vida en el escenario a la historia dirigida por César Chagolla, basada en un cuento tradicional que sucede en la puerta de entrada al inframundo ubicada en la zona de Pátzcuaro. Es un proyecto con el que el Foro Shakespeare reabre sus puertas a las funciones presenciales, Cortejo Producciones, celebra 10 años de trayectoria y continúa con una temporada de Juan y la Muerte.

Todos los Domingos desde el 21 de marzo hasta el 25 de abril, adquiere tus boletos adultos $250 y niñas/niños $125.