La novela noir mexicana no está muerta. Marcela García Robles aceleró el latido de la literatura negra con La Cápsula K, una novela llena de ritmo, intriga y pulso dramático.

La Cápsula K construye su historia a partir de la muerte de Andrés, un personaje omnipresente que nos dará las pistas necesarias para ir tejiendo la telaraña de misterio. La narración está dividida en capítulos protagonizados por distintos personajes, cada uno será clave para desenterrar un misterio que yace en la mismísima corteza terrestre.

Para mí, el triunfo de la novela de García Robles es la perfecta combinación entre tradición y contexto. La Cápsula K posee las claves más arraigadas del género: atmósferas claustrofóbicas, junglas de asfalto injustas, sistemas secuestrados por la corrupción y sombras… muchas sombras.

Al mismo tiempo, la novela se mantiene actual en su creación de imágenes, personajes y escenarios. Todo desborda empatía y nostalgia a la par. Otro gran acierto de la novela es su tono feminista, la mujer deja el papel de damisela en peligro -rol cotidiano en la tradición de la novela negra- y pasa a ser un protagonista complejo y decisivo.

El ritmo es admirable, la novela siempre avanza hacia un laberinto argumental emocionante. Por cada puerta que se cierra, se abre una pequeña ventana que no permite que la historia decaiga. El misterio se mantiene durante todo el tiempo y el final -inesperado y frenético-, se cocina a fuego lento durante toda la narración.

Las acertadas descripciones de la escritora son interrumpidas de vez en cuando por golpes de poesía. La prosa y la lírica conviven en perfecta armonía durante toda la lectura. En La Cápsula K la diversión no falta, estamos ante una novela negra ejemplar: divertida, intrigante y satisfactoria.

En 1950 Raymond Chandler acuñó por primera vez el término de “novela negra”, La Cápsula K es una digna integrante de la noble tradición de las letras policíacas. Una novela robusta y sobre todo… muy entretenida.

  • La Cápsula K
  • Marcela García Robles Gil
  • Editorial Font
  • Primera edición: septiembre 2017
  • 216 páginas