No es secreto que los cimientos del cine de terror están en el miedo; a veces a la representación del infierno, al castigo, a no tener una deidad cuidándonos o terminar en el averno; Lair es una película que aborda dichos miedos. La historia cuenta como el Dr. Steven Caramore, desacredita temas sobrenaturales, pero cuestiona sus creencias cuando ayuda a un amigo que fue acusado de asesinato y alega estar poseído; por otro lado, estáuna familia emocionalmente afectada, que enfrenta sus demonios y lucha por la supervivencia. 

Un punto central de la película, es la dirección y producción de Adam Ethan Crow, quien recurre a pocos efectos visuales y nos conduce a una historia de terror de corte clásico simplemente a través del suspenso y el misterio. Lair es una película que no escenifica violencia extrema o ríos de sangre, pero sí inspira sobresaltos en el respetable, esto es una de las cosas que aprecio en el cine de terror; puedo decir sin temor a equivocarme que ofrece un toque fino de suspenso que perturbará los pensamientos

En Lair, los protagonistas sufren de paranoia, pasan de la angustia a la ira, experimentan miedo en una metamorfosis interna y externa. Con escenas sencillas y manejadas con habilidad, como la de una niña jugando con su oso mientras una extraña mano la intenta jalar por debajo de la cama; o cuando la misma pequeña te hace dar un salto al ver que se convierte en el mismo demonio. Estas imágenes demuestran claramente que Lair es una película de terror y suspenso con un tono de desesperanza.

Al final, cada quien decidirá si la película es de su agrado o no, cada persona es diferente y por ende tiene gustos variados; en lo personal a mí me gustó, no por el tema o las escenas, pero sí, por ver cómo las personas pueden llegar al límite mental y llevarlas al borde de la locura. Estoy seguro que la ópera prima de Adam Ethan Crow, está impulsada por sus escenas, que dejarán satisfecho al público y provocarán conversaciones en torno a la historia.