La Cineteca Nacional de México trae de regreso el Foro Internacional de Cine en su edición número 40. Dicha exhibición se llevará a cabo del 16 de julio al 2 de agosto y contará con largometrajes de todos los rincones del mundo como Brasil, Alemania, Uruguay, Francia, Chile, Portugal, entre otros.

Hoy toca hablar del país chileno, más en específico de la directora Teresa Arredondo. Las Cruces (2018) es un documental que podríamos decir sale del formato tradicional y común. 

La premisa es esta: A pocos días del golpe militar de 1973 en un poblado al sur de Chile llamado Laja, desaparecen 19 trabajadores de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) que eran acusados de pertenecer a movimientos de izquierda, a unos días de este hecho se encuentran los cuerpos en una fosa de no más de dos metros de profundidad. Nadie habla, nadie sabe lo sucedido, pero muchos años después se rompe el pacto de silencio y múltiples confesiones salen a la luz. 

Desde el inicio se nos presentan múltiples escenas de la comunidad de Laja: gente nadando en el río y árboles que están siendo talados, que han caído así como su gente, como aquellos trabajadores desaparecidos. Se nos presentan los paisajes chilenos, paisajes que han sido perturbados por este crimen. 

Teresa Arredondo es capaz de contar una historia a través de la narrativa visual y en un formato de 16mm y lo más importante, con las voces de los lugareños, de aquellas personas cercanas al crimen que leen las confesiones de los carabineros que cometieron dichas atrocidades.

Además de las voces en off de los lugareños se aprecian documentos oficiales del caso e imágenes que se muestran en un formato blanco y negro. Se desvela todo un sistema corrupto y violento en donde se acusa a los 19 trabajadores marxistas de cometer actos de terrorismo, pero yo me pregunto, ¿es esto así? ¿quiénes son realmente los que cometieron estos actos terroristas? 

Como ya mencioné, la narrativa visual es excelente, tenemos los testimonios más fuertes -cuando se cometieron las ejecuciones- acompañados de la noche de Laja, crímenes que fueron cometidos en la inmensidad de esta: sin luz y sin testigos.

El documental se acerca al clímax mostrándonos por primera vez los rostros de los  familiares de las víctimas frente al Tribunal de Justicia chileno: rostros vacíos que buscan respuestas frente a la impunidad.

Así como el título, Las cruces llenan Laja, convirtiéndose en un recordatorio y señalización de los crímenes cometidos. No se olvida, se recuerda. Cruces que han sido clavadas en la tierra sureña y en la memoria de los pueblerinos.

Después de casi 50 años, el crimen y los responsables detrás de este siguen en total impunidad. Teresa Arredondo logra en 80 minutos plasmar la esencia de Laja: tierras tan verdes y bellas que se han visto manchadas por el dolor y el crimen.