El 1 y 2 de noviembre las almas de los que ya se fueron regresan a convivir con los que aún estamos. El Día de Muertos es una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana; .esta festividad une a la vida y a la muerte, ambas son motivo de fiesta y alegría; de celebración y goce. En el 2003 la UNESCO reconoció a esta fiesta como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, con la intención de que el mundo sea consciente de su importancia y prevalencia. 

La obra Los Cuentos de la Catrina es un retrato humorístico y emotivo de cómo se vive esta festividad en los hogares mexicanos de la actualidad, pero también nos muestra la visión de la más grande protagonista de esta historia que hemos construido desde la época prehispánica: la muerte, mejor conocida como La Catrina. Es ella quién cuenta, guía y envuelve a todo el público en este recorrido que pasa por los caminos que andamos los vivos y por los que andan los muertos. 

Foto: Aurora Hernández

Los Cuentos de Catrina sucede durante la noche del 2 de noviembre en el hogar de la familia Martínez, conformada por La Mamá (Andrea Torre), El Papá (Hamlet Ramírez), Ana (María Perroni Garza) y Paco (Segio Balberi). Por un lado se ven los niños entusiasmados por la fecha, queriendo leer calaveritas y prender las veladoras de la ofrenda, mientras que por otro lado los padres siempre ocupados atendiendo cosas de adultos no prestan atención a la emoción de los niños. 

Repentinamente reciben la visita de la embajadora mundial de las tradiciones de Día de Muertos, La Catrina Mexicana (Jimena Parés), quién llega con la intención de celebrar con ellos esta fecha tan especial. Asombrada de que la tradición no se esté llevando al pie de la letra decide involucrar a la familia en un viaje mágico construido a través de cuentos que servirá para recordarle a los padres la importancia de el Día de Muertos y de la vida misma; al mismo tiempo motiva a los niños a seguir celebrando esta fecha, a cumplir sus sueños y alcanzar sus metas. 

A lo largo de la historia aparecen otros personajes que son de suma importancia en este viaje. Teco (Miguel Conde) es el carismático narrador de la historia. Mr. Treat (Rubén Branco/Oscar Piñero) es el embajador de las tradiciones del Halloween, a pesar de eso es el más miedoso del grupo. A La Catrina Mexicana la acompañan cuatro Xoloescuincles, esta raza canina acompañan y guían a los vivos (y a los muertos) en el puente entre ambos mundos. Todos los personajes rompen la cuarta pared, con esta acción el público se convierte en pieza fundamental de la obra. 

Foto: Aurora Hernández

Físicamente están presentes los elementos fundamentales de esta celebración. Lo que más resalta son los colores y su brillo, tanto en la escenografía como en el vestuario de los actores. El escenario está construido como un altar. En diferentes momentos se puede apreciar desde el papel picado, las veladoras, el pan de muerto, la ofrenda, las flores, hasta las fotografías de los difuntos. 

En Los Cuentos de la Catrina se ríe hasta que las lágrimas salen y a veces los ojos se humedecen por los recuerdos que se pueden evocar y por las reflexiones que la mismísima Catrina brinda a los espectadores. Los niños serán quienes más agradezcan esta experiencia por las enseñanzas y la representación tan particular de esta tradición, mientras que los adultos crearán conciencia de la importancia de esta celebración y de cómo se utiliza el tiempo en la tierra de los vivos. 

El estreno de la cuarta temporada de esta puesta en escena se llevó a cabo el 29 de septiembre en el Teatro Milán (Calle Lucerna 64 Juárez, Cuauhtémoc. CDMX). Los padrinos en esta ocasión fueron Kika Edgar y Mario Iván Martínez, quienes al final de la presentación dieron palabras de aliento y reconocimiento a los actores y al equipo creativo. 

Foto: Aurora Hernández

Gayosso presenta Los Cuentos de Catrina, escrita por Allan Poumián Varela y dirigida por Laura Luz. La temporada inicia el 5 de octubre y termina el 3 de noviembre, dando función los sábados y domingos en dos horarios, a las 11:00 y 13:00 horas. 

El costo del boleto es de $300 y se puede adquirir en taquilla y en Ticketmaster. La obra dura 90 minutos con un intermedio de 10 minutos. Pueden entrar niños de 2 años en adelante.