Tras la rápida propagación mundial del COVID-19, el mundo se detuvo como nunca antes en la historia moderna. Por primera vez, quizá desde su creación, la industria del cine se detuvo; lo cual dejó a los cinéfilos sin su dosis necesaria  de fantasía. Todo lo que nos queda es lo que se alcanzó a terminar antes de la cuarentena global, aunque sin salas para verlo. Por suerte, este inaudito evento nos sorprendió en un momento de cambio para el cine, donde los servicios de streaming de video toman cada vez más fuerza. Ejemplo de esto, es la nueva película original de Netflix que todo el mundo está viendo, Misión Rescate

Misión Rescate (Extraction) es una película americana de 2020, dirigida por Sam Hargave y estelarizada por Chris Hemsworth, Rudhraksh Jaiswal, Randeep Hooda y Golshifteh Farahani. Basada en la novela Ciudad de Fernando León González, la cinta cuenta la historia de Tyler Rake, un mercenario con habilidades inauditas para matar, quien es contratado para rescatar al joven Ovi Mahajan, hijo de un poderoso narcotraficante hindú, quien fue secuestrado por un mafioso rival. Entre traiciones, disparos y secretos, Rake deberá sacar a Ovi de la capital de Bangladesh, mientras escapa del corrupto ejército bangladesh.

Siguiendo la moda actual de los largos planos secuencia y utilizando ingeniosas transiciones ‘invisibles’ al puro estilo de La Soga (1948, Alfred Hitchcock), el director Sam Hargave presenta en su ópera prima una historia de suspenso/acción perfectamente funcional, con un sorprendente buen ojo para las secuencias de batalla y una dirección creativa e intuitiva que se concentra sólo en las necesidades narrativas de la historia. Y aunque el director demuestra un gran talento, sobre todo hablando de su primer largometraje, con un guión, historia y producción de los Russo, la influencia visual de los hermanos es más que obvia.

Mucho se ha especulado durante décadas sobre la irresponsabilidad de la violencia en el cine, no obstante, la mayoría falla en comprender la cualidad catártica que puede tener, que es en la categoría donde entra esta cinta. El espectador no puede mas que admirar el impresionante trabajo de coreografía y diseño de acrobacias a lo largo de todo el filme.

La violencia utilizada es lo suficientemente real como para generar preocupación o excitación en la audiencia, pero con el necesario y pequeño toque caricaturesco que nos deja saber que todo se trata de una representación donde nadie salió herido. Si la Academia otorgara premios al trabajo de los dobles (como se le ha pedido durante años), sin duda esta producción debería estar nominada.

Al puro estilo de las películas clásicas one-army-man (ejército de un sólo hombre) de la década de los 80, la historia nos presenta a un héroe con una resistencia sobrehumana al dolor, municiones ilimitadas y fuerza inmensurable, con una moral ambivalente para hacerlo ver “cool”, pero con un par de detalles sobre su pasado, suficientes para hacernos creer que es un buen tipo. Y a pesar de que la historia avanza exactamente como todo el mundo se imagina, eso no impide que el viaje sea disfrutable y entretenido.  

A final de cuentas, películas como Extraction son el equivalente de tu comida chatarra favorita; sabes exactamente cómo va a saber y probablemente no te deje demasiado al terminar, pero eso no quiere decir que no sea disfrutable, pases un buen rato y que no desquite el tiempo invertido.