Marius Olteanu debuta con un largometraje que explora a profundidad los conflictos de pareja a nivel íntimo y reflexivo. El director rumano se apropia de las herramientas que le ofrece el arte cinematográfica para construir una obra contemplativa que expone los demonios internos que las personas se niegan a exorcizar y con los que tratan de vivir en una cotidianeidad insípida, monótona y asfixiante.

Monstruos narra 24 horas en la vida del matrimonio conformado por Dana y Arthur en donde los conflictos internos con los que lucha cada personaje, con piezas fundamentales para la construcción del conflicto principal entre la pareja. La historia se encuentra dividida en tres partes: en la primera se muestra la llegada de Dana a Bucarest y su inherente renuencia a regresar a su hogar. Así, la mujer deambulará por la capital rumana en un taxi conducido por un frustrado e indiferente chófer con el que logrará tener una conexión al compartir sus problemas. El viaje de Dana por Bucarest parece no ir a ningún lado al igual que su vida, recorre las calles de la ciudad para encontrar algo que sabe perdido desde hace años, para encontrarse también con ella y encontrar el sentido de su matrimonio.

La segunda parte de la película se centra en Arthur, un hombre que lucha por aceptarse a sí mismo sin que ello implique la ruptura de un matrimonio que ya está fracturado. Arthut realizará un viaje interno en el que se debatirá entre salvar un matrimonio que a los ojos de la sociedad es perfecto o dar rienda suelta a sus deseos reales. Un encuentro sexual con un amante que conoció por internet será el punto de quiebre en la vida de este hombre gobernado por las dudas que nacen como consecuencia directa de los cánones impuestos por una sociedad que determina el concepto del bien vivir.

En el tercer cuadro de filme se muestra la dinámica de pareja que comparten Dana y Arthur, un matrimonio cuyas palabras de amor han sido sofocadas por un silencio ensordecedor que únicamente es roto por los sonidos de una ciudad que les recuerda que no están solos, que están siendo observados y que deben cumplir su rol matrimonial. Dana y Arthur realizan las actividades que son inherentes a cada pareja, pero la distancia existente entre la pareja es palpable. El hartazgo de una vida alejada de la promesa realizada al contraer nupcias es evidente. 

El viaje interno realizado por cada uno de los miembros de la pareja y el cúmulo de conflictos que emanan de un matrimonio estancado, serán los factores que obligarán a la pareja a repensarse como matrimonio y como seres humanos, lo que desembocará en una decisión que podría parecer extrema a los ojos de una sociedad conservadora, pero idónea para un par de personas que acaban de encontrarse.

Monstruos goza de una excelente fotografía que denota el sentir de los personajes e interna al espectador en un Bucarest gris que se mimetiza con los sentimientos, frustraciones y conflictos de los personajes. Las partes en las que se retrata la vida, por separado, de Dana y Arthur están presentadas en un formato casi cuadrado que delimita el espacio que tienen los personajes para moverse, los asfixia y los expone a la mirada inquisidora de los espectadores; sin embargo, el uso de este formato también centra la atención en el personaje, lo confirma como persona única y lo invita a repensarse a sí mismo. 

Cuando la pareja aparece en pantalla las dimensiones aumentan intermitentemente mostrando así la incapacidad que tiene el matrimonio de coexistir en un mismo plano a pesar de la lucha que realizan para permanecer juntos. La fotografía acompañada de los largos silencios, diálogos lentos y reflexivos y una mezcla de sonidos incidentales que impiden a los personajes aislarse de su realidad, son elementos cruciales en la construcción de la problemática de un matrimonio que agoniza.

Monstruos es parte de la 69º Muestra Internacional de Cine que se proyecta en la Cineteca Nacional. Esta ópera prima maneja un ritmo lento y reflexivo en su afán por explorar los conflictos de pareja a partir de un los monstruos internos de sus personajes, lo que podría generar aletargamiento en un espectador acostumbrado a conflictos explosivos; sin embargo, el estudio que realiza de las relaciones de pareja modernos es profundo, sustancial e interesante.