Neurosis, sustancias y literatura
Por: Itzlol
“En este país y en esta vida es muy difícil no querer autodestruirse” – Luis Muñoz Oliveira
En la última década los nuevos medios, el crecimiento de los conglomerados en los medios de comunicación y la integración con las redes sociales, han permitido a las figuras del periodismo cruzar las barreras que antes limitaban a medios como la radio, para incursionar en otros. Basta pensar en cuántos conocemos el rostro de algún locutor que se haya confinado a ese medio. Esto ha derivado en una evolución que antes era, no imposible, inusual.
Neurosis, sustancias y literatura es la incursión de Mariana H en el mundo editorial. En su larga trayectoria la comunicadora (ya no basta con el término de locutora) ha abierto espacios culturales en radio, televisión y ahora a través de un libro que propone un acercamiento a los autores por medio de entrevistas realizadas en un marco alejado de la formalidad (o montaje) de los medios tradicionales: charlas con alcohol, comida y absoluta transparencia por parte de los interlocutores.
En el texto conocemos a 21 escritores mexicanos cuyas obras nutridas por su entorno dan como resultado una gama tan diversa como enriquecedora para la escena cultural nacional. Basta mencionar a autores como Verónica Gerber cuya incursión en el mundo editorial es solo una de sus facetas como profesional de las artes.
Este inusual formato de entrevistas nos permite acercarnos a la realidad de los creadores, una realidad que resultará familiar para muchos, ya que los autores, al igual que Mariana H y generaciones cercanas, fueron curtidos en un país de indiferencias sociales, centralismo, necesidades económicas, intelectuales, psicotrópicas y violencia.
Los autores, de entre 30 y 40 años de edad nos ofrecen su visión respecto al mundo editorial con todo y los vicios del gremio, el deseo de tener descendencia o no, la fe, la existencia o no de una generación, entendida como un colectivo de gente que atraviesa experiencias similares por haber nacido en una época similar, entre otros temas.
El texto, además de disfrutarse como una buena charla, cumple con la función de difundir la obra de los autores. En lugar de esa entrevista obligada en épocas de gira o festivales, podemos sentir un interés genuino tras conocer a los autores como ellos mismos y no como la imagen de los medios o de la misma editorial.
En la época del follow, de las interacciones en cadena, de alcanzar al receptor con un “@”, y en general, de la masificación de opiniones, resulta gratificante encontrar contenido y opiniones transparentes y genuinas. Neurosis nos abre las puertas a una conversación“sin maquillaje”, sin terceros; un ejercicio distinto que honra a la literatura por medio del diálogo y la difunde a través de ella misma. Un diálogo que sería imposible sin los lazos amistosos y profesionales que ha forjado H a lo largo de su carrera.