Mi abuela decía que le daba tristeza cada vez que una mujer nacía en su familia, porque “las mujeres solo vienen a este mundo a sufrir”, ella creció en un estado de la república donde se le enseñó desde pequeña que había que cumplir con un papel en específico, que no podía soñar con algo que no estuviera en su realidad y que poco a poco iba a aceptar esa realidad sin cuestionarla. La primera vez que escuché cantar a mi abuela, me sorprendí porque esa voz tan ronca que apenas sonaba para hacerse escuchar en casa tenía un volumen enorme que muchos ya habían silenciado. 

Noche de fuego es la historia de mi abuela y de muchas mujeres a las que se les ha quitado la libertad de vivir sus sueños. Ana, María y Paula son las protagonistas de esta historia. Viven en un lugar apartado que las ha hecho aprender a cuidarse de los peligros de la naturaleza, de los alacranes que caen de sus techos, de las víboras que habitan en sus caminos, pero no habían tenido que enfrentarse al propio hombre. Ellas se van adaptando a los cambios que tienen en su pueblo, los nuevos elementos que van apareciendo en sus días, viven sin miedo, pero con precaución. 

Tatiana Huezo muestra una historia que aborda el inicio de un problema en el que ya estamos inmersos, el narcotráfico, un problema que ha sido tantas veces retratado que olvidamos a las víctimas que dejan a su paso. No a esas que mueren por una bala, sino las otras, las que viven un silencio, las que tienen que aceptar las condiciones de su entorno, esas que comienzan a vivir llenas de miedo y que terminan por entregar su propia libertad.

Huezo acerca al espectador a la historia desde el cariño a los personajes, desde lo particular de cada uno, les da un espacio para que podamos crear un vínculo con ellas. Esta cinta está basada en el libro Ladydi de la escritora Jennifer Clement, pero la directora le da una perspectiva distinta a la que tiene el libro, le da a Rita —interpretada por Mayra Batallas—una visión más protectora y humana lo que hace entender el amor que le tiene a Ana —que es llevada a la pantalla por Mayra Membreno—.

Durante la cinta se van dejando planteamientos que cobran otro sentido cuando entendemos lo que está pasando, al igual que las protagonistas vamos aprendiendo el porqué de las cosas y como acciones tan sencillas como un corte de pelo llevan en el fondo un significado mucho más doloroso. 

Noche de fuego es un título tan poético que le hace justicia a todo lo que podemos ver en la pantalla. Este largometraje fue ovacionado en el cierre del Festival de Cannes y es merecido todo reconocimiento que tengan. Es un proyecto que enorgullece por el talento que se puede ver, las actuaciones de Ana Cristina Ordoñez, Giselle Barrera, Blanca Itzel Pérez y Memo Villegas logran compaginar haciendo que todos los elementos de la película luzcan para darle al espectador un producto excepcional. Tatiana Huezo estrena Noche de fuego este 16 de septiembre en cines nacionales. Mantente atento de las redes sociales de la cinta en @pimientafilms en IG y Twitter.