Padre Nuestro, padre ausente
Juego de Teatro es un grupo de artistas que generan espectáculos partiendo del teatro físico y la investigación. La compañía presenta la segunda temporada de Padre Nuestro en el Centro Cultural El Hormiguero. El día del estreno tuvimos la oportunidad de platicar con Alan Uribe Villaruel, director de esta puesta en escena quien nos comparte grandes detalles de la obra.
- ¿Cómo te sientes, Alan?
Muy estresado, siempre el día del estreno es muy emocionante. Es un montaje en el que hemos trabajado hace varios años ya, primero a nivel laboratorio y luego como montaje; ésta es su segunda temporada. Por un lado estoy tranquilo porque ya ha estado probado y funciona, pero estamos en un nuevo espacio, se integraron dos actores nuevos; hay ciertos elementos de novedad que nos ponen un poquito nerviosos, pero estamos listos para esta noche.
Padre Nuestro inició como un laboratorio ideado por la actriz Meraqui Pradis y Alan Uribe Villaruel, para lograr un montaje contemporáneo a partir del universo del dramaturgo irlandés Samuel Beckett y la figura del padre. En este laboratorio surgió la idea de que la historia se contará a partir de seis personajes. La idea del padre llegó después porque les parecía que era una figura que podía detonar muchas historias y personajes.
- ¿Cómo surge la idea de presentar Padre Nuestro?
En México hablar del padre es hablar de ausencia, de figuras agresivas, de poder, también del cariño, pero también del gobierno. La figura paterna abarca muchos tópicos y resultó muy fértil para nuestra investigación. Decidimos hablar sobre el padre y luego de uno que está ausente. Eso nos llevó a que la obra reconstruyera el cadáver de un padre que no está. Sí, suena lúgubre, pero justo Beckett hace un poco eso. Es un texto original escrito por Alejandro Iglesias en el que podemos estar hablando de la muerte, pero no se regodea en la oscuridad sino que más bien utiliza lo patético, lo podrido, lo triste, lo abandonado para contar otro tipo de historias sin hacer un melodrama al respecto.
- ¿Por qué decidieron retomar el universo de Samuel Beckett?
Me parece una de los dramaturgos del siglo XX que ha hecho mucho más propuesta, que rompe los estereotipos de lo que es el teatro y cómo se debe hacer. Yo creo en revisitar esas poéticas para poder reconstruir nuevas maneras de exponer los temas y que verdaderamente conmuevan al espectador. Hay que retomar un discurso poético que pueda ser atractivo a la vista, que sea muy poderoso y que al mismo tiempo conmueva. Creo que el universo de Beckett todavía tiene ese poder y trasladarlo a nuestros días, nuestros recursos y a nuestros temas me parece pertinente.
- ¿Por qué retratar la realidad de un padre ausente?
A veces las cosas son más fáciles de explicarse cuando ya no están. Se valora mucho más algo o alguien a partir del vacío que deja y Beckett lo sabe, y la relación que nosotros planteamos con el padre desde cada uno de los seis hijos, representa o confronta una problemática distinta, nos parece muy rico dramáticamente. Yo creo que todos los que vean Padre Nuestro van a sentirse identificados con esa ausencia y no nos interesa ser tibios en tanto al tema, nos interesa tocar las heridas, tocar las llagas para aprender de ellas y exponerlas.
Padre Nuestro es una obra que cuenta a partir de un dispositivo teatral, a través de las artes escénicas, la música y una instalación plástica la historia de seis hijos reunidos en un particular sepelio intentando armar la imagen de su padre a partir de los restos y los recuerdos. Una reconstrucción de múltiples miradas para explicar la ausencia y el abandono. Todo para lograr responder la gran pregunta: ¿quién es el hombre que yace en el ataúd?
Uno de los atractivos visuales de esta obra es el movimiento, pero el movimiento actoral. El movimiento pasa a ser una poética teatral. “Tenemos actores que usan su cuerpo para construir personajes, es muy interesante verlos; son muy interesantes las siluetas, los desplazamientos, los juegos, los ritmos, las coreografías y todo esto en un ambiente de solo movimiento teatral. Son grandes actores los seis y están siempre explorando sobre las posibilidades de sus personajes.“
- ¿Por qué no debemos perdernos Padre Nuestro?
No deben perderse la obra porque para nuestras épocas resulta un montaje de calidad, un montaje que no es el típico de muertos; es uno que apela a un tema mucho más interesante y mucho más teatral. Es muy dinámico y van a poder reflexionar acerca del padre que cada uno tiene o del que cada uno es.
Padre Nuestro es una temporada corta que consta de cuatro funciones que se presentarán los jueves a partir del 31 de octubre hasta el 21 de noviembre a las 8 de la noche. Es una obra dirigida a adolescentes mayores de 12 años y adultos. Dura una hora y media y se presenta en el Centro Cultural El Hormiguero, ubicado en Gabriel Mancera #1539, Colonia Del Valle. El costo de la entrada general es de $200. El precio de preventa es de $150 y aplica al comprar anticipadamente durante toda la temporada y hasta un día antes de cada función.