Una pareja de humanos —Que fueron terrícolas, pero ya no lo son— están en medio de una base espacial donde día tras día llevan a cabo una rutina para que el mundo funcione como se supone debe hacerlo. Marcada paso por paso, levantarse, desayunar, realizar la tarea asignada, elegir entre los 3 diferentes tipos de comida, incluso una hora libre para hacer lo que prefieran. ¿Les suena familiar?

Es que Paisajes eléctricos —escrita por Penélope Alfeirán y Gibrán Portella— describe una sociedad futurista que por generaciones han vivido en el espacio, pero con la añoranza de poder regresar a la Tierra y cuando llegan mandar a quién dejaron una carta para que puedan conocer un poco de la realidad que no se tiene en el espacio. Cuando la protagonista —interpretada por Tania Noriega— decide regresar a su verdadera casa y formar una familia en un lugar donde el verde predomine y el aroma del mar se sienta en las mañanas. Pero su pareja —Interpretado por el actor Eduardo Córdoba— tiene miedo de querer salir del lugar en el que vive. 

El equipo de Paisajes Eléctricos tiene como director a Sixto Castro Santillán quién realiza un trabajo que deja mostrar a los actores las limitaciones que se tienen con las barreras propias de su realidad y el cambio al estar en un contexto más humano donde se vuelven libres perdiendo las articulaciones robóticas que tenían. Incluso el beso que se presenta como un acto tan humano que tiene el poder de recordar lo real que es el mundo que habitan y lo mucho que lo habían olvidado.

Aunque la parte humana lleva al espectador a explorar sus emociones con verdades palpables en el contexto mundial actual, lo cierto es que la escenografía y la iluminación realizados por Abimael Méndez tienen la sincronía necesaria para crear una burbuja que guarda el tiempo por los minutos que dura la obra. Con pantallas que funcionan como papel, así como una luz blanca para recordar lo artificial que es el entorno que habitan, pero no solo en la luz y la escenografía sino también en la planta que se encuentra sobre el escenario, el único ser con vida además de los actores.

La obra llega en un momento donde al igual que los personajes las esperanzas por regresar a la normalidad se ven borrosas y la realidad que teníamos hace tan solo meses parece estar desapareciendo de nuestras mentes para convertirse en una historia que escuchamos alguna vez.  Con la cabeza en el frente esperando llegar a nuestro destino donde al final podremos estar juntos.  Paisajes eléctricos en conjunto con el teatro El milagro estará cerrando su temporada con las funciones del sábado 19 a las 07:00 p.m. y el domingo 20 de diciembre a las 06:00 p.m. donde vía streaming cerraremos los ojos, respiraremos profundo para imaginar nuestra llegada al lugar que más extrañamos.