Gabriela Fernández es una diseñadora de vestuario mexicana que cuenta con una carrera única en su género, que no tiene límites y posee una creatividad que, junto a su perseverancia, la ha llevado a conformar grandes proyectos dentro del mundo cinematográfico, siendo el filme “Sobrenatural” de Daniel Gruener su primera aportación al diseño de vestuario.

“En los 90 el cine no era una opción dentro de las universidades y el vestuario, mucho menos, así que comencé a estudiar Historia del Arte después me salí y entonces llegó la oportunidad de ser asistente de María Estela Fernández para la película “Sobrenatural”. Estaba en una búsqueda en la vida y cuando llegué a este proyecto, sentí que era todo lo que estaba esperando”, rememora Gabriela Fernández al mencionar su primer acercamiento al mundo del vestuario.

Después del primer proyecto junto a María Estela, la comenzaron a llamar para la realización de comerciales y películas, no obstante, ella tuvo en claro que no haría cine hasta que la historia fuese apasionante. Los proyectos promocionales que hizo, le ayudaron a practicar, pero sobre todo a resolver en poco tiempo cada situación que pudiese presentarse.

“La película que yo considero que fue mi primer proyecto, es Párpados Azules de la cual fui nominada para un Ariel (…) lo quería hacer todo muy perfecto y mi mayor inspiración eran las películas orientales por la simpleza de su diseño así que esta idea la transporté al vestuario”, nos cuenta Gabriela.

Para Fernández, el vestuario tiene mucho qué ver con la situación anímica de cada personaje, por lo que cada cambio, siempre va acompañado de su historia y de lo que va sucediendo en el guion de la película; se debe tener una coherencia con su personalidad.

“Disfruto todo lo que hago porque para mí cada proyecto es un lienzo en blanco, no sabes con qué te vas a enfrentar y trato de hacer trabajos que me reten, ya sea por el director, por el vestuario o por el género. No estoy casada con nada, puedo hacer algo muy realista, puedo hacer comedia, algún drama o terror”, responde Gabriela al preguntarle cuáles han sido los filmes que más ha disfrutado.

Entre lo que más destaca Gabriela Fernández de su trabajo es salir de la ocasión y encontrarse con un contexto social diferente, el aprender no sólo de los personajes sino también de la historia real en la que ellos pertenecen, así como su contexto cultural; uno de los trabajos que más experiencia le dejó, en este sentido, fue el largometraje “Ya no estoy aquí” de Fernando Frías.

“Malena De la Riva fue quien me invitó a trabajar en “Ya no estoy aquí” y juntas hicimos la investigación para el vestuario, pero nuestro primer encuentro con la subcultura fue por el libro “Los Cholombianos” que nos dio Fernando Frías y posteriormente encontramos que en MySpace era donde estaba toda la información de lo que ellos compartían, de quienes eran”, nos relata Gabriela y entonces, a partir de ese proceso, fue que comenzaron a mandar a diseñar la ropa que usarían los “Terkos”, aunando también elementos que consiguieron en un tianguis de Monterrey.

“Ya no estoy aquí” es una película que, para Gabriela Fernández, muestra la otra cara de lo que es México y así mismo, conlleva una parte de nuestra identidad como mexicanos, reflejando también que no todos tienen “el sueño americano” que habitualmente es mostrado en los filmes.

Para todo artista el dejar huella dentro de su trabajo puede llegar a ser significativo, pues muestra su originalidad, perspicacia y sobre todo, la pasión que entrega en cada proyecto que ha realizado en las diferentes etapas de su vida. 

“Uno deja huella mientras más auténtico sea, como persona y como creador o artista. Para mí es importante que otras generaciones entiendan la importancia del vestuario en el cine; que no solamente es vestir, sino entender una historia”, menciona nuestra diseñadora de vestuario.

Gabriela Fernandez finalizó con algunos consejos para quienes desean dedicarse al enfoque del vestuario en el cine y menciona que todo trabajo como artistas sea hecho con pasión y entrega a las historias, pues es el esfuerzo de mucha gente el que interviene y por esta misma razón no recomienda trabajar por dinero, sino con un punto de partida más pasional, pero sobre todo, tener seguridad y  no temer por defender el estilo y trabajo propio.