Inicia una nueva década y en la entrega 62 de los premios Grammy una jovencita de apenas 18 años gana las cuatro categorías más importantes de dichos premios la misma noche, convirtiéndose en la mujer más joven en lograrlo, por supuesto, ella es Billie Eilish.

El fenómeno musical irrumpió fuertemente en la industria musical hace cuatro años, y rápidamente se ha convertido en un referente del pop actual, además en una importante figura para el público más joven, que al parecer ve en ella un nuevo concepto totalmente diferente nunca visto en una popstar.

El monstruo musical cambia de piel continuamente, y cuando lo hace derriba absolutamente todo lo que no le brinda ganancias o haya perdido interés, derribando consigo artistas, pero siempre tiene preparada una nueva piel que lo haga relucir de nuevo; Eilish es precisamente esa nueva cara de una industria poco benevolente de la cual pocos han resistido el paso de los años.

No cabe duda de que el tiempo pasa más rápido de lo que creemos y la Generación Z tomó por sorpresa al general public mientras estaba ocupado con los Millennials. Esto funciona así: el público joven es al que va dirigido la mayor cantidad de productos de consumo, y la música es parte del juego.

Billie Eilish acapara todos los titulares de la prensa alrededor del mundo mientras se convierte en el referente de una generación; esto conlleva estar en el ojo público todo el tiempo (es inevitable) provocando un impacto en la audiencia ya sea por la imagen o el mensaje que proyecta, los cuales la ha llevado al lugar que tiene. 

Ella le ha sabido sacar provecho a sus miedos, fobias, enfermedades como síndrome de Tourette (que se caracteriza por movimientos involuntarios indeseados y repetitivos como parpadear, encoger los hombros, emitir sonidos raros o palabras ofensivas) y lo ha convertido en lo que sabe hacer desde los 4 años: música, así mismo ha demostrado que no es necesario una letra feliz, videos glamurosos; por el contrario, la obscuridad puede gustar a la gente.

Eilish también tiene un hombre que la cobija tanto en la música como en personal, su nombre es Finneas, su hermano mayor de 22 años (él es el productor musical de todo el trabajo de su hermana) y ambos saben lo que hacen y qué camino quieren seguir.

Es muy delicado y controversial la forma en que se maneja la industria de la música dejando de lado el valor artístico, aunque en muy contadas ocasiones el talento sobrepasa el mercado y perdura lo verdaderamente importante. Billie forma parte de la nueva oleada de artistas femeninas mainstream como Dua Lipa, Rosalía, Lizzo, Camila Cabello, Sigrid, Normani, HER y más que están construyendo sus propias carreras marcando una diferencia entre ellas (con las reservas pertinentes). 

David Swanson | EFE

El camino de la nueva estrella parece revuelto entre sus detractores y fans, ¿esto no pasa a menudo con la llegada de nuevos ídolos?,pero, siendo tan pequeña, con un concepto tan diferente y particular, se abre una gran conversación en la que sólo el tiempo y sus trabajos venideros hablarán por ella, de cualquier manera, en los años siguientes veremos qué resultado tuvo su aparición en la escena musical.