De vez en cuando la cartelera comercial ofrece tesoros escondidos que buscan ser desenterrados. El siguiente texto, más allá de reseñar o halagar una película, tiene el ferviente objetivo que Z, la ciudad perdida no se pierda en el olvido del consumo.

El sexto film del prodigioso James Gray –Two Lovers, We Own the Night-, narra la historia del explorador Precyval Fawcett y su épica búsqueda de una ciudad perdida al interior del Amazonas. Z, la ciudad perdida no es una pequeña joya independiente, es una película grande, abrazada por una producción monumental y una puesta en escena exquisita donde el corazón de Los Duelistas -Ridley Scott-, Barry Lyndon -Stanley Kubrick-, La ciudad perdida -Fritz Lang- y  Pasaje a la India -David Lean-, late a todo galope.

Ver la más reciente película de Gray, es regresar a la época donde el cine de aventuras colmaba las butacas, cuando los productores y directores de Hollywood invertían cantidades y esfuerzos descomunales con tal de recrear épocas que dieran vida a sueños de grandes locos.

La película del director neoyorquino no sólo es un hermoso artefacto de producción, su alma y su pulso sentimental son también arte de primera. En una reseña notable, un crítico chileno afirmaba que la primorosa ambientación de Gray, sirve sólo para “estar a la altura de un paisaje humano complejo y fascinante”.

Z, la ciudad perdida se divide en tres pasajes temporales, tres exploraciones para encontrar la mítica ciudad, cada una envuelta por una atmósfera distinta. En la primera exploración, la película desborda aventura, Gray hace hincapié en la emoción de lo desconocido, en la pasión del viajante y la inquebrantable fuerza de la juventud. La segunda campaña muestra el corazón negro del ser humano, el egoísmo y la pereza como destructores de los sueños. El último viaje -mi favorito- se convierte en una alegoría del tiempo, una peregrinación fantasmal que recuerda mucho a Apocalipsis Ahora.

El film adolece un poco en la construcción de personajes, como típica película de aventuras americana, el dibujo del elenco es algo superficial -los extranjeros arrogantes y racistas; los nativos puros y salvajes-. Gray trata de matizar este problema con el idealismo del protagonista, sin embargo, la sombra del cliché es demasiado grande. Aunque la falla es evidente, se perdona fácilmente gracias a sus protagonistas: Charlie Hunnam -vital y romántico-, Robert Pattinson -contenido y agradable-, Sienna Miller -equilibrada y sufrida- y Tom Holland -libre y enojado-.

Cualquier paso en falso de James Gray se olvida inmediatamente con una escena emocionante. Fotograma tras fotograma, el americano muestra su enorme respeto por la audiencia; plano tras plano, paga su deuda con el cine de los años cincuenta; película a película, demuestra devoción a la calidad.

Escondida debajo una selva espesa de blockbusters y secuelas, se encuentra una película tan hermosa como la ciudad perdida que describe, no les diré si Percy Fawcett encontró su Atlántida, pero les afirmo que ustedes encontrarán un tesoro cada vez más inusual en las salas: cine.

Z, la ciudad perdida se estrena el próximo viernes, no se la pueden perder.

  • The Lost City of Z
  • Director: James Gray
  • Guión: James Gray (Libro: David Grann)
  • Con: Charlie Hunnam, Sienna Miller, Tom Holland, Robert Pattinson
  • Estados Unidos, 2016
  • Duración: 140 min.