De todas las películas nominadas al Oscar, muchas de ellas geniales, The Post es mi favorita.

La nueva película de Steven Spielberg cuenta la historia de Katherine Graham (Meryl Streep) y Ben Bradlee (Tom Hanks), editora en jefe y director del diario americano The Washington Post y su lucha por la libertad de prensa, tras el descubrimiento de documentos secretos donde se develan perversas maquinaciones del Gobierno con respecto a la Guerra de Vietnam.

Spielberg, como de costumbre, construye su historia a partir de un respeto absoluto por su historia, su contexto y sus personajes; además, pone en marcha la infinita sabiduría narrativa de un hombre que simple y sencillamente, nació para hacer cine.

La puesta en escena, milimétrica, desarrolla una ambientación perfecta de su época, todo -hasta la última máquina de escribir del salón de redacción- está en el lugar exacto. Spielberg, cuya filmación fue increíblemente veloz, menos de seis meses, ha hecho una película precisa en su montaje y épica en su intensidad dramática.

El ritmo -Dios bendito el ritmo de The Post– es perfecto, la película nunca deja de avanzar y jamás abusa de intensa o pasiva. Su tempo es tan adecuado, que se desliza por la retina a mil por hora.

¿The Post es predecible?, ¿todo mundo en la sala sabe que ocurrirá? Sí, pero no importa, porque el buen cine no necesita de trampas argumentales o volteretas de tuerca para mantener la atención de su público, sólo necesita contar lo que quiere contar de forma inspirada, franca y clara.

En su papel de paladín del periodismo, Tom Hanks está increíble. Los personajes secundarios, todos ellos de altísimo nivel, forman un equipo de ensueño, es increíble que Spielberg haya reunido a tantos buenos actores en una sola película. Desafortunadamente para todos ellos, les tocó compartir plató con un monstruo descomunal.

Meryl Streep devora cada escena con una gracia, encanto y ternura poco habitual en el cine moderno. Porque The Post no sólo es una película sobre la libertad de prensa, también es un filme sobre la mujer, el machismo y la igualdad. Streep ha encumbrado al género femenino con su actuación, pero no lo ha hecho con el personaje cliché del feminismo, no es la mujer enojada, agresiva o cínica; es un ser humano sensible, vulnerable, inteligente, trabajador, empático, elegante y racional. El gremio actoral de Hollywood, más allá de crear estrategias vacuas como hashtags o playeras negras, debería dialogar sobre este tipo de películas, un arte que pone a la mujer en el lugar que merece: el del respeto y la celebración de su talento.

Para todos aquellos que hemos convivido con el periodismo, ya sea en la academia o a nivel profesional, The Post es el cielo. Todo el romanticismo -no la cursilería- de la profesión, está contado de forma magistral. Cuando el último diálogo suena en las bocinas de la sala, uno se queda con la sensación de que el mundo no es una mierda después de todo.

A menos de que me equivoque o gane algún premio importante en los Premios Oscar, a la película le quedan muy pocas horas en la cartelera nacional. Corran al cine, búsquenla en streaming, cómprenla pirata, no me importa, vean The Post.

 

  • The Post: Los oscuros secretos del Pentágono

 

  • Estados Unidos, 2017
  • Director: Steven Spielberg
  • Guión: Liz Hannah, Josh Singer
  • Con: Meryl Streep, Tom Hanks, Bruce Greenwood, Bob Odenkirk, Carrie Coon
  • Duración: 116 min.