TRAGALUZ
Él siempre pone a freír primero la salsa. Ella prepara la pasta a su manera. Él tiene chofer y un negocio restaurantero exitoso. Ella un gélido departamento y una profesión dedicada a la enseñanza. Él tiene a la sección amarilla como su fiel compañera. Ella tiene a su amiga nigeriana, a su reunión de los viernes y a su marcador rojo. Ambos mantienen esa emoción que solo incumbe a dos personas. Ambos con el peso de la partida y de una culpa emanada de aquello que aún duele. Ambos difieren y ambos se necesitan.
Kyara Hollis es el personaje con el que, después del éxito de Roma, Marina de Tavira no solo demuestra su brillantez como actriz, sino también regresa al lugar donde de su pasión por las tablas se profesionalizó. Tragaluz es principalmente una conversación nocturna, tal vez tardía, entre esta mujer y Tom Sargent ─increíblemente interpretado por el experimentado actor Rafael Sánchez Navarro─. Los recuerdos y las diferencias entre estos seres son las acciones alojadas que cimbran un nada lujoso departamento inglés.
Este fenómeno escénico se gestó entre familia pues es el maestro Luis de Tavira quien, con su sobrada experiencia dota al montaje de una dirección precisa cuya complicidad con el trabajo de iluminación y escenografía de otro gran maestro; Alejandro Luna, generan la intimidad y la verdad suficiente para sumergirse en la ficción. Sin lugar a dudas, la Casa del Teatro es el espacio idóneo para esta historia que explora la compleja psicológica de sus participantes, pero que también dialoga sobre una sociedad golpeada por la deshumanización de la rutina y el pensamiento imperante actual.
Y es justamente la dramaturgia que sitúa este conflicto en los barrios de Inglaterra donde tiene lugar uno de los tantos aciertos de este montaje pues su vigencia permite un apasionante ritmo y ─en numerosos momentos─ la identificación entre lo que sucede con sus personajes y lo que habita entre nosotros, en nuestra cotidianeidad. Sea pues, el merecido reconocimiento al británico David Hare quien estrenó su obra ─considerada por la crítica como la más importante de su quehacer literario─ hace más de dos décadas en las capitales teatrales más prominentes del mundo: el West End y Broadway.
‘’Me pareció que era de una enorme exigencia para el actor y creo que el discurso plantea preguntas fundamentales sobre la pasión, sobre el amor y sobre una forma de ver el mundo, la economía, la sociedad. Creo que el personaje tiene una toma de conciencia que ya quisiera yo tener algún día’’, mencionó Marina de Tavira en conferencia de prensa cuando se le preguntó acerca de sus motivaciones para participar en este proyecto.
No habrá que olvidar al joven actor Aldo Bringas quien completa la triada con una actuación genuina, teñida de afabilidad y frescura y cuyo talento indudablemente se consolidará a lado de la genialidad del equipo que le rodea. Para quienes busquen una conversación vestida de soledad y de confrontación, de recuerdos que se cuelan como el frío por las rendijas antes de una nevada inglesa; de recuerdos cuya frigidez quema aún bajo los abrigos y las bufandas, Incidente Teatro seguramente acertará con Tragaluz, una obra de larga duración y de un eco acentuado.
- Lugar: La Casa del Teatro.
- Horarios: Martes, miércoles, jueves y viernes (20:00 hrs.), sábados (19:00 hrs.) y domingos (18:00 hrs.).
- Venta de boletos en: boletia.com