Por: Itzlol Reyes

Este año se cumplió el veinte aniversario de una de las canciones pop más perfectas que han existido. El 23 de octubre de 1998, vio la luz “… Baby One More Time”, el tema interpretado por la entonces desconocida Britney Spears materializó la perfección sueca por hacer pop y presentó a la juventud como algo novedoso, pero el pop, dicen, es efímero y superficial, los hits no y los ídolos tampoco.

Vox Lux, retrata la trayectoria de Celeste, una estrella pop, desde 1999 en su adolescencia marcada por la tragedia, hasta el reclamo de su trono 18 años después, ya entrada en los treintas. A simple vista es una historia que conocemos. Bajo esa familiaridad, Corbet explota la premisa para presentar un relato con un realismo escalofriante acentuado por la refinada narración de Willem Dafoe. La cinta hila dos tipos de figuras, las estrellas pop y los fanáticos de la violencia, y con ello la significación de hit en tanto que denomina a los éxitos musicales de gran popularidad y a los tiroteos masivos, ambas imágenes, una constante del siglo XXI.

Contada en dos partes, una interpretada por Raffey Cassidy y la segunda por Natalie Portman resulta difícil saber quién dicta el tono del personaje. La primera mitad, a cargo de Cassidy, quien brevemente mostró su habilidad como performer en The Killing of a Sacred Deer, muestra a una Celeste nueva en la industria de la música, en el mundo violento y en la vida en general. Es así como constantemente aprende a resurgir: del atentado, del éxito, de la cruda, de la maternidad, de los treintas, del nuevo disco, del nuevo atentado, de la prensa. Portman, por su parte, interpreta a la artista, quien completamente consciente de su figura como ícono muestra un aparente halo de seguridad, más que auténtica madurez. Resulta extraño ver a Portman interpretar uno de los roles más disruptivos y pensar que además de ser de la misma generación, los caminos de Portman y Spears, se cruzaron durante varios meses en 1992, mientras las dos jóvenes se preparaban como suplentes para una obra de off-Broadway, antes de que sus vidas las llevaran a donde están ahora.

Para dar a la cinta el realismo que busca retratar, en el plano musical, los temas originales fueron escritos por Sia, la escritora más prolífica de canciones pop de las últimas décadas (entre sus colaboraciones ha escrito para Rihanna, Beyoncé y Britney). En el plano de las tragedias violentas, Vox Lux retoma dos atentados uno de los cuales nos remite directamente al ocurrido en Columbine. Las imágenes son estremecedoras en muchos sentidos, recordemos que en años recientes las masacres han estado presentes en actos musicales de artistas como Ariana Grande, Eagles of Death Metal y más recientemente en el Route 91 Harvest Music Festival.

El estrecho tejido de ficción y realidad se acentúa con la inserción de un breviario histórico sobre la competitividad sueca para producir música para las masas, recordándonos la importancia figuras implícitamente mencionadas como Max Martin y los estudios Cheiron. Corbet acostumbra al espectador a ese ritmo, a una ficción tangible por real. Observamos en la pantalla de cine lo que dicen las noticias y escuchamos en la radio. Incluso presenciamos un concierto, uno que inevitablemente leemos con confusión después de reconocer las figuras que han definido nuestro presente.

Hoy, la historia inevitablemente regresa a su origen: la nostalgia por el último aliento del siglo veinte renace en un hit donde la artista pop más diestra de nuestros tiempos Charli XCX canta “I just wanna go back to 1999… I just wanna go back, sing, ‘hit me, baby, one more time’”.

Para aquellos escépticos, después de Vox Lux el pop quizá deje de parecer efímero y superficial. Para quienes aún lo duden, el pop estará ahí para contarlo con un hook.

  • Vox Lux
  • Estados Unidos, 2018
  • Director: Brady Corbet
  • Guión: Brady Corbet
  • Con: Natalie Portman, Jude Law, Raffey Cassidy