En medio de la época más calurosa del año en Monterrey, una de las ciudades donde las temperaturas llegan a ser más elevadas se encuentra Fernanda, una artista visual que ha ganado el reconocimiento de su medio después de regresar de Europa donde trabajó con uno de los más importantes en su rubro. Ella decide comenzar un proyecto nuevo para lo cual necesita su cámara y una modelo que sea lo más parecida posible a su exnovia, la sorpresa se la lleva cuando de la agencia que decidió contratar —sin decir siquiera su nombre— le envía a Tania la modelo que cumplía con el perfil y no es sorpresa porque ella es su ex. 

A partir de este encuentro ambas tratan de llevar su relación de la manera más profesional, evitando en todo momento hablar del pasado, las peleas, los gritos, los tragos, porque saben que cualquiera de estos va a quebrar su profesionalismo y las hará terminar juntas, eso es lo que ellas quieren, pero hay más que solo el deseo están las heridas que se han quedado abiertas que han generado rencores, dudas que no pueden quedarse sin responder. Inevitablemente esto pasará y tendrán que enfrentarse para buscar las palabras que les darán el alivio y las hará tomar la mejor decisión. 

Durante este montaje podemos ver como dentro del teatro se utilizan diferentes recursos tecnológicos hay proyectores y pantallas en cada uno de los lados del teatro donde van apareciendo las intervenciones de distintos personajes que realizan videollamadas, en la cámara de acceso para ingresar a un edificio o simplemente una narración que está ambientada en otro espacio físico. Además, en este mapping podemos ver acotaciones acerca de los pensamientos de los personajes y de la misma obra que estamos viendo, lo que da un acercamiento más a la obra. 

Este proyecto está gestado a partir de la teoría del teatro cuántico el cuál invita a una reflexión acerca del cuánto, es decir con la cantidad de energía que se pone en el escenario y la manera en que se expresa en el escenario. Pero esta no es la única novedad del proceso, también cuentan con música Lo-Fi, un tipo de producción musical que se caracteriza por tener una baja calidad en el sonido y con el cuál marcan un precedente, pues no se había escuchado algo así durante una obra de teatro, para aterrizar este concepto te decimos que entre las escenas los proyectores y la se mueven al mismo ritmo con una música ambiental que te deja relajado. 

Legna —quien da vida a Fernanda— junto con Mo Dest son los encargados de ambientar con la música lo-fi, mientras que Frank Turón el director y dramaturgo, juega un papel como el narrador, un personaje entrometido que parece estar todo el tiempo vigilando que lo que sucede en la relación de Fernanda y Tania —representada por Mitzi Elizalde— para que ellas puedan seguir el camino que “La autora” ha creído conveniente para ellas. Como pareja podemos ver que Legna y Elizalde han congeniado muy bien, pues se llega a sentir la intimidad que crean en el escenario, mientras que Turón se vuelve un espectador más de ellas dos, aunque este se encuentra en primera fila.

Canícula se estará presentando en el Centro Cultural el FOCO los jueves hasta el próximo 24 de noviembre a las 20:30 horas. Busca tus boletos para que conozcas esta propuesta durante esta temporada.