¿Se imaginan un país donde las infancias tengan voz y voto? ¿Una sociedad en donde la lógica básica, tierna y amorosa tenga eco en las políticas públicas? ¿Y donde los presidentes se dejen asesorar por lo más pequeños para que en el mundo nunca falte el respeto a la naturaleza, pero sobre todo donde nunca falten los chocolates, bombones ni los panditas de limón?

Juan Villoro lo imaginó en su cuento “El hámster del presidente”, una historia sobre un país amante de los dulces, en donde el máximo mandatario toma cada decisión ayudado por su secretario particular: Genaro III, un pequeño y deprimido hámster. Cuando la mascota presidencial huye, la estabilidad de Genaro III y de todo el país estará en manos de Ruy y Romina, dos valientes y astutos hermanos.

El pasado 2 de julio, la pequeña mascota llegó al Teatro Helénico gracias a Once Once Producciones, en una adaptación de Saúl Enríquez, dirigida por Paula Zelaya Cervantes y con las interpretaciones de Amanda Farah, Hamlet Ramírez, Salomón Saldaña e Isabella Vázquez.


La obra es una divertida y tierna historia para jóvenes audiencias que incentiva la participación ciudadana, el cuidado animal, así como los valores familiares. “El hámster del presidentees ideal para que padres abran la conversación con las infancias sobre el mundo ideal, pero también la responsabilidad de tener acciones concretas para lograrlo. 

Así, Romina y Ruy nos llevan en una serie de aventuras para salvar a Genaro III y combatir la nueva política que ha prohibido el consumo de caramelos, chocolates así como cualquier tipo de confitería en su país. Es una historia que refuerza la relevancia de participar en el cambio que se quiere. Si algo no está bien, si algo nos preocupa o si algo nos impacta negativamente, está en nuestras manos cambiarlo.

Del mismo modo la obra hace una reflexión sobre el papel de los medios y el manejo de la información que en muchas ocasiones llega a ser trivial, sin profundizar en las casusas o consecuencias de los acontecimientos. El sensacionalismo mediático también se aborda con astucia, Amanda Farah junto a Hamlet Ramírez llevan esta labor de manera brillante, personificando estrellas de televisión que bien nos recuerdan a influencers e informadores por igual.

Pero sin duda, son los jóvenes talentos quienes llevan el peso de la obra. Salomón Saldaña pasa con gran naturalidad de los vicios fonadores de un niño chimuelo a la solemnidad de uno que, con sus dientes completos, recita un poema para el presidente. Si bien ambos talentos son capaces de llevarse los reflectores y llenar el escenario con su simpatía es Isabella Vázquez quien se lleva la ovación de pie.

La pequeña es toda una futura promesa en las tablas. Su corta edad no es impedimento para seguir puntualmente la dirección de Zelaya. Cada línea la pronuncia con gran precisión en los tiempos de la comedia, al mismo tiempo, es capaz de hacer llenar sus palabras de la espontaneidad e inocencia típica de su edad.

 

Llena de bailes y canto, “El hámster del presidentees sin duda la opción para que las familias pasen un gran fin de semana en este verano. La obra se presentará los sábados y domingos del 2 de julio al 11 de septiembre en el Teatro Helénico.  El costo del boleto es de $185 y las entradas pueden adquirirse directo en taquilla o en la página: helenico.gob.mx.