La compañía Tercer Sendero Teatro han trabajado en equipo desde el año 2016, guiados por el interés de exponer las problemáticas que les rodean directa e indirectamente a cada una desde la periferia, comenzaron con la exploración del uso de títeres y objetos. En el 2019, año en el que se presentó por primera vez la obra GALLINA, ha pasado por diferentes operaciones quirúrgicas que la han llevado a encontrar toda una reconstrucción, pero, sin perder la esencia y el objetivo principal de la misma. 

La obra GALLINA, se ha presentado en distintos puntos de la República como Oaxaca, Pachuca, Toluca y diferentes puntos de la Ciudad de México. Algunos de los espacios más valiosos para la retroalimentación del elenco con espectadoras/res han sido las presentaciones en las escuelas secundarias. El público adolescente, son un pilar para la recepción del mensaje que observamos en esta función, esparcir el mensaje de lo importante que es promover la cultura de prevención, donde el miedo de hablar no exista, se reflejaba en los conversatorios llevados a cabo con los y las jóvenes de educación secundaria. 

 “Ahora el editor de videos se vuelve mano derecha de la dirección” – comentaba la compañía respecto al nuevo montaje para la virtualidad – Es un nuevo lenguaje que implica la manipulación de otros factores para obtener un resultado apegado a la esencia del proyecto y en esta ocasión, de la mano de todo el equipo de Tercer Sendero Teatro y en pantalla la actuación de Edwin Aguilar y Carlos Nava nos adentraremos a un mundo que ya no es ajeno. 

La desaparición forzada y la violencia son sólo dos palabras que ya traen una carga de terror que no es desconocida para ninguna persona. No hace falta buscar en un diccionario el significado de ellas porque las conocemos en persona, ya no importa la teoría porque nos obligaron a saltar a la práctica. Diego y Santiago son los personajes que ilustran cómo es la vida con un miedo que ya es normalizado, un sentimiento que se aferra a las paredes y a cada una de las personas que nos rodean. 

La vida para algunos cambia, su mundo se paró, por otro lado, todo lo demás sigue su curso. El mundo no se para a pesar de qué tan alto se grite justicia. La desaparición de un hijo o una hija implica la desaparición de todo lo conocido, no hay espacio para la cordura, para asimilar la realidad, ¿Qué pasa con los hijos/as que no se fueron? La depresión se apodera del monumento que sostiene las paredes del hogar, de una madre. 

La dramaturgia realizada por Alexis Casas Eleno y la dirección por Tania Vázquez, se presenta dentro de la cartelera de Teatro La Capilla, cada Domingo a las 12:30hrs del 2 al 30 de mayo por la plataforma zoom el costo del acceso por pantalla es de $100 hasta $300.  Es un proyecto que se presenta únicamente de forma virtual.