Una mujer entra en el escenario en medio de la nada y ahí parada comienza a contarle a los espectadores sobre la persona deprimida y como es que está persona ha tenido que sufrir en su vida y todo lo que ha implicado el tener ese diagnóstico que hacía de su tristeza una enfermedad patológica que la ha acompañado en tantos momentos de su historia.

Conforme los minutos van pasando podemos ver como sus movimientos nerviosos son parte de una forma tan peculiar de darnos a entender todo lo que está pasando por su mente mientras continúa con esta narración que profundiza en ella misma pero que rompe para recordar que es otra persona de la que está hablando.

La persona deprimida se trata de un unipersonal que presentado por la actriz Carolina Politi y en esta puesta el espectador puede observar de un trabajo en el que la artista en escena controla cada uno de los movimientos de su cuerpo, logrando que hasta el más mínimo temblor en sus piernas o sus manos se perciba como un simple tic, que es parte del personaje.

El escenario que parece estar vacío —salvo por una silla blanca, que parece estar ahí en medio de la nada sin razón aparente— se llena con la presencia de Politi que no requiere más que de su mismo cuerpo y voz para generar con el espectador una complicidad que lo acercará a conocer la historia que podría estar alejada de su realidad, pero que en cada diálogo puedes encontrar a alguna persona allegada que encaje en el personaje.


Es que la dirección que vemos de Daniel Veronese nos deja disfrutar de las capacidades actorales de Carolina, pues no hay un solo elemento que pueda distraer al espectador de lo que está pasando en el escenario, incluso puede llegar a ser incomodar por las cosas que se mencionan y el no tener un refugio para esconder la mirada en el escenario.

Sabemos que la depresión es un tema complicado que requiere de un acompañamiento y el ver en escena una situación tan específica puede ayudar a que entendamos a las personas que sufren de esto y no porque sea una cuestión de “curarlos”, “arreglarlo” o ser sus “héroes” pero si pueden ser un ejemplo que te ayude a empatizar con quienes sufren de depresión.

La persona deprimida forma parte de la cartelera del teatro La Capilla y se estarán presentando los jueves hasta el 14 de julio. Una obra que ha comenzado una temporada de manera consecutiva y esto es sin duda al buen trabajo que realiza el equipo de esta producción.