Cuando hablamos de lo mejor del teatro es diferente que si lo hiciéramos de una película o una serie, incluso de los discos, de todos ellos puedes ir a comprobar si es cierto que es tan bueno o tan malo como dicen, pero acá sucede algo distinto; Las obras son efímeras y concluyen con su temporada solo no nos queda confiar en los recuerdos de los espectadores para saber qué es lo que ha ocurrido en esas funciones. Las obras que se han elegido son aquellas en las que más “magias” pude percibir dentro de las funciones. 

Para comenzar con el recuento del año mencionare una obra en la que el humor está presente pero que el talento del equipo de trabajo destaca por la forma en la que se dejan brillar unos a otros para lograr que las funciones hayan sido aplaudidas por el público de una forma tan genuina y auténtica que se notaba el disfrute que habían tenido y hablamos de Urinetown; El equipo dirigido por Miguel Septién nos dio una temporada en la que nos dejan claro el talento que tiene la compañía. 

Una obra que no se puede olvidar es Nación Primordial —Una obra prima hermana de Urinetown— escrita por Greg Kotis nos presentan en esta puesta un mundo primitivo en el que las levaduras cantan para sobrevivir y que nos van enseñando cómo es que el estilo de vida que llevamos basado en el consumismo no es una opción viable para que podamos seguir subsistiendo. Además del talento que ya conocemos de Ícaro Teatro, este musical se mantuvo dando funciones dobles junto con Urinetown, lo que es asombroso y aplaudimos por el compromiso de su equipo de trabajo.  

Donde también el público terminaba por aplaudirles de pie a los actores en escena, por la forma en la que nos contagiaban con su energía y por la denuncia clara contra las agresiones que habían sufrido fue Calle Amor dirigida por Laura Uribe. Una obra que llevaba al público por diferentes cuadros donde los recién egresados de la “Escuela Nacional de Arte Teatral” —La ENAT, pues— nos contaban sus tragedias, su forma de ver la vida, el amor y como es que la educación académica estuvo marcada también por el acoso y las agresiones que se presentan como parte normal de la vida del alumnado. 

Otro de los grande estrenos del 2022 fue el regreso a los escenarios de Mentiras el Musical, una obra que se mantuvo en pausa desde el año pasado y que al momento de anunciar su regreso con una nueva producción dio mucho de que hablar, desde el elenco que se presentó en aquella conferencia de prensa donde nos dieron una probadita de lo que se venía y ahora el conjunto de los diferentes “Mentiversos” se han convertido en una forma muy divertida de conjuntar las diferentes experiencias que tienen para esta propuesta. 

Una de las grandes sorpresas en el teatro fue Cartografías de la Memoria un proyecto de Teatro Ciego y TransLímite Alternativa Escénica se dieron función de manera presencial para mostrarle al público este proyecto que aborda la vida de Marco y Erika, dos personas ciegas que nos cuentan cada uno su experiencia con esta limitante que ha marcado sus vidas, cómo fue para ellos enfrentarse a esta situación. De este proyecto podemos decir que el sentimiento al salir es una mezcla de emociones por las situaciones ahí presentadas. Estoy seguro qué ha sido uno de los mejores proyectos que he visto durante el 2022. 

Finalmente, fuimos testigos de la obra de teatro documental: Jauría de Jordi Casanovas. Recreada a través de la transcripción del juicio a un grupo de jóvenes que violaron a una mujer durante las fiestas de Pamplona, España; la obra es fuerte, incómoda, desgarradora. Las actuaciones llevan al espectador a reconocer que alguna vez hemos presenciado actitudes masculinas de esa índole; pero es Ana Sofía Gatica quien carga todo el peso emocional de manera excepcional.

Esperamos que para el próximo año vengan nuevas opciones que nos harán regresar al teatro y que las compañías buscarán la manera de trabajar para sus espectadores con el fin de sorprenderlos, entretenerlos y llevarlos a conocer nuevas historias.