México, país feminicida. México; aquel país en el que las mujeres no pueden caminar libres por sus calles, donde nos violan, nos tocan sin nuestro consentimiento, nos acosan en el trabajo y las escuelas, nos tachan de fáciles, país en donde es fácil decir ella se lo buscó y sobre todo: país donde las mujeres son asesinadas, pues parece ser que nuestras vidas no valen nada.

“Desde diciembre, para nosotras el mundo se volvió menos habitable, y nos preguntamos, ¿cómo es que el mundo no se detuvo ese día?, ¿cómo es posible que todo siga igual cuando nos falta alguien que era una luz en el mundo?”

Es así como la puesta en escena Quemar los campos” abre un espacio para la memoria, la vida, la resiliencia y sobre todo la empatía. Bien se dice que el arte es un espacio para expresarse, un espacio libre, donde gritar lo que duele es liberador. 

El escenario de esta obra escrita por Ingrid Bravo se transforma en un jardín en el cual se comenzarán a nombrar las víctimas de feminicidios y a sus madres, como un acto simbólico y representativo de las acciones tomadas por distintos colectivos feministas. Pero no solamente nombrarlas, sino que se nos cuenta la vida de todas estas mujeres, vidas que fueron destruidas y que están en constante peligro. 

La obra no solamente pone sobre la mesa a aquellas mujeres víctimas de feminicidio, sino que también nos da una fuerte reflexión sobre la vida tan dura que viven las madres que buscan a sus hijas; aquellas madres que no tienen a nadie más que a ellas mismas, aquellas que piden justicia a un Estado opresor y violador de los derechos de las mujeres. Aquellas que mantienen una lucha que pareciera imposible, aquellas hueseras que lo único que quieren es justicia para sus hijas.

“Queríamos hacer una especie de reflexión sobre el feminicidio. Pero, al conocer a Lidia Florencia Guerrero y Laura Velázquez Florencio, madre y hermana de Diana Velázquez Florencio pasamos de querer hacer una reflexión a querer nombrar a Diana y a todas las mujeres que nos faltan”

Con textos de mujeres como Rita Laura Segato, Ileana Diéguez, Mariana Berlanga, Selva Almada y las mujeres zapatistas; la propuesta formada de piezas documentales intenta generar una reflexión en torno a los feminicidios del país; tomando como referencia el caso de Diana Velázquez Florencio, quien en 2017 fue reportada como desaparecida y días después fue encontrada sin vida en la morgue. Han pasado casi 6 años del feminicidio de Diana y sus familiares no encuentran justicia. 

“Quemar los campos” busca invitar a sus espectadoras y espectadores a seguir una serie de pasos para plantar semillas, generar campos en memoria a las que ya no están, a aquellas a las que su voz les fue arrebatada, pues como la obra nos lo dice; debemos repetir sus nombres para que se nos quede en la cabeza. 

La puesta en escena busca no solamente generar conciencia en las y los espectadores, sino también que estos interactúen con la obra, pues durante los 100 minutos que dura la misma se nos invita a formar parte de las jardineras; lugar en donde se están plantando y recordando a las miles de mujeres que han sido privadas de la vida. 

Si buscas algo distinto, te invitamos a disfrutar de esta magnífica propuesta que estará disponible hasta el 29 de enero en el Foro A poco no, ubicado en República de Cuba 49, Centro histórico. “Quemar los campos” se proyectará los jueves y viernes a las 20:00 hrs y los sábados y domingos a las 19:00 hrs y 18:00 hrs respectivamente.

“Quemar los campos: Si mi cuerpo es un campo que sea uno de lavandas”