La resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos para aceptar nuestras tragedias para aprender a vivir con el dolor que nos causan ciertas situaciones en la vida. Es algo que llega en el momento en el que nos damos cuenta que las cosas no se presentaron de otras formas y nos toca hacerlas parte de nuestro día a día para que pesen menos. Llegar a ella es un proceso que nos puede llevar mucho tiempo, pero cuando está ahí hay una calma que nos da firmeza en medio de la incertidumbre.

Aceptar que la vida de un ser humano es tan frágil, que un montón de células enfermas nos pueden quitar todo, nos hace tener resiliencia y nos da una perspectiva diferente de la vida.  Cómo si el tiempo de repente fuera mucho más valioso haciendo que cada minuto, cada noche, cada día sea una oportunidad de aprender a ser personas más empáticas con el dolor propio y el de los demás.

Tierra Oceana cuenta la historia de Gabriel un niño que con 10 años llega a la casa de su padre Antoine para decirle que desde ahora vivirá con él y junto con esta buena noticia viene un sobre dónde la sentencia del pequeño esta plasmada. A partir de esto ellos deciden viajar con Dave —tío de Antoine— quien vive en un pequeño pueblo donde los tres aprenderán las lecciones importantes para sus vidas.

En el personaje de Gabriel —Interpretado por Emmanuel Lapin— podemos ver cómo es que la resiliencia llega al momento de aceptar el destino que tiene y en el momento en el que Dave —Quien es representado en escena por Boris Schoemann— trata de hacer un comentario menos pesado para sobre llevar la situación, es el niño quien le recuerda que la muerte se encuentra ahí mismo. Pero hay momentos en los que se olvida de esto, comienza a hacer planes para después recordar que es probable que nunca sucedan.

Dave es un hombre que vive en una casa en el campo lejos de muchos de los lujos a los que Antoine —Antón Araiza— se ha acostumbrado por su profesión —Tiene una casa productora de cine—Aunque el personaje está lejos de ser una representación de una persona desobligada si es alguien que ha puesto su carrera profesional ante la personal.

Esta historia es escrita por el dramaturgo canadiense Daniel Danis y fue traducida —y dirigida— por Boris Schoemann de la compañía Los Endebles. En el escenario Boris junto con Antón Araiza y Emmanuel Lapin nos dejan ver la experiencia que da el haber montado por varios años este proyecto dándoles una unión que los hace poder conectarse entre ellos, así como con el público. Guían a los espectadores a un lugar en el que la sensibilidad está a la vista de todos.

La dramaturgia de Daniel es uno de los elementos más importantes, por la forma tan poética que tiene de narrar las situaciones que ahí describe. Esto también es destacado dentro de la dirección del proyecto pues se le hace visible al guion como parte de la obra. Es que representar cada uno de los elementos de manera literal lo haría sentirse lejano a las ideas que Tierra Oceana propone, pues habla de las cosas materiales y de todo lo que ocurre después de la materialidad.

El Foro A poco no es el lugar en el que se está presentando Tierra Oceana con una corta temporada que termina el próximo 2 de julio. Puedes ver las funciones los  jueves, viernes a las 20:00 hrs. sábado a las 19:00 hrs. y domingos a las 18:00 hrs.