Voy a ser papá: Metamorfosis en cuatro etapas
La identidad masculina se conduce por diferentes ejes, uno de ellos es la paternidad, una práctica que supone la transformación de las relaciones interpersonales, los hábitos y las maneras de ver y vivir. Voy a Ser Papá, monólogo protagonizado por el actor Plutarco Haza, describe el itinerario que afronta un hombre dedicado a la música, que no desea ejercer el papel de padre.
“El monólogo habla de las dos partes, que bonito es la paternidad y de repente de ay ya callen a Barnie” destacó Haza, quien hace dos años se convirtió en padre de Leonardo. Vivencia que le permitió repensar las limitaciones, temores y modos de convivencias con los otros, particularmente con su pareja.
El montaje es una metamorfosis dividida en cuatro etapas. La primera, donde la opinión surge por lo que se observa en los demás y se abraza al proyecto de vida ajeno al quehacer de la crianza; la segunda, donde se plantea la procreación y se reconocen las inseguridades, los trastornos biológicos y la fragilidad de la figura proveedora. La tercera es la aclimatación a los sentires femeninos y maternos, la alienación del padre. Y la cuarta y última, el amor y aceptación.
Voy a Ser Papá está basada en The New One, obra autobiográfica de Broadway interpretada por Mike Birbigilia, que, para efectos de adaptación humorística se recurrió a la dirección de Adal Ramones. Dicho esto, la puesta en escena se convierte en una experiencia nostálgica para aquellos aficionados al programa Otro Rollo conducido por Ramones.
“Nuestra amistad está de la mano con una gran sinceridad el uno con el otro” dice el artista de cine, Plutarco sobre el trabajo de Adal Ramones, ya que, a diferencia de otros directores con los que ha trabajado, su compañero de escenario y amigo con quien comparte la experiencia de ser papá le corrigió y asesoró de manera exhaustiva durante los ensayos.
Voy a ser papá es una obra realizada por padres, un intercambio de sentires y una demostración de la reciprocidad entre el hijo y el progenitor.