FERAL: LA SUBLIME BESTIA DEL CINE MEXICANO
Enfrentarse a sí mismo es el mayor terror del ser humano. A lo largo de la historia acudimos a mitos, religiones, corrientes del pensamiento para tolerar nuestra existencia y no sucumbir ante la locura. Consciente de estos demonios internos y fiel creyente del cine como herramienta de crítica social, el director ─Andrés Kaiser─ estrena su ópera prima Feral en cines nacionales.
Kaiser y Héctor Illanes, actor protagónico de la cinta, platicaron sobre su experiencia en este falso documental con tintes de horror en entrevista para Bogart Magazine. Alegres y serenos compartieron su orgullo por las proyecciones en salas mexicanas tras siete años de arduo trabajo colectivo.
Monstruos contenidos: ficción dentro de la ficción
Hace más de treinta años, un fatídico incendio ocurrió en las profundidades de las montañas de Oaxaca. Entre las cuatro víctimas se encontró el cuerpo del sacerdote Juan Felipe de Jesús González (interpretado por Héctor Illanes) junto con tres niños no identificados.
Para revelar los hechos, un equipo televisivo investiga los sucesos previos al incidente; tejen un documental a partir de entrevistas de gente cercana al clérigo. Ante la cámara flota un secreto a voces: Juan Felipe encontró un niño salvaje en el bosque, lo adiestró para enseñarle a hablar y documentó el proceso en cintas beta. Más tarde, una niña y un niño silvestres se sumaron a esta familia clandestina.
En un intento por dotar de habilidades sociales a los chicos, la bestialidad de cada uno emerge de lo más profundo de su ser. En una tierra donde todos callan, las grabaciones finalmente revelarán qué ocurrió aquella noche de fuego.
La película se inspira en filmes como Canoa de Felipe Cazals, Veneno para las hadas de Carlos Enrique Taboada y de múltiples trabajos de Luis Buñuel. Sin embargo, el horror y el thriller psicológico no siguen un género cinematográfico específico, sino que se desenvuelven en un falso documental que aporta hiperrealismo a la narrativa.
“Feral habla del horror que está contenido en nosotros, de los monstruos que tenemos adentro y de lo peligroso que es no saber controlarlo (…) Lo que queríamos era hacer una película diferente; una aproximación del horror distinta que pudiera sentirse muy real que no solamente quedara en una experiencia mecánica y de fórmula”, comentó el también editor de cine, Kaiser.
La mano de Dios
Dar vida a Juan Felipe conectó con el espíritu de Héctor Illanes y lo transportó a su infancia donde la violencia se vinculaba directamente con los lazos sociales. Además, su interpretación mostró una faceta auténtica y temible del hombre religioso mexicano que abusa de su posición de poder.
Illanes: “Es un personaje sumamente complejo porque es un hombre que está lleno de las mejores intenciones del mundo y de un momento a otro todo se desvirtúa (…) Su creencia lo lleva precisamente a ser el instrumento férreo; la mano que Dios va a empuñar para hacer su obra. Creo que eso es lo más horroroso de Feral, lo más escandaloso, todos esos instrumentos de Dios que andan por ahí en la vida real”.
La cinta juega con una línea temporal que viaja constantemente de 1986 a la actualidad. Illanes participó únicamente en las escenas referentes al siglo pasado, por lo que su personaje se desenvuelve en un contexto histórico más rígido y con escasa tecnología. Asimismo, situarse en un pueblo cerca de la montaña traslada al espectador a un ambiente solitario del cual no puede huir.
La cinta, genera expectativas sobre sus efectos especiales y la manera en que aportan a la condición humana. Keiser nos comenta al respecto cómo es que se integran como un personaje atmosférico. “El espectador no está distraído, justamente por lo que está viendo, sino que está metido en esta montaña caprichosa que escupe agua. Está metido en esta cabaña rodeada de fuego. Al igual que el diseño de maquillaje, los efectos tienen que estar al servicio de la historia”.
En 2020, Feral fue nominada a la categoría Mejores efectos especiales de los premios Ariel. Aunque no obtuvo la victoria, su participación destacó por el etéreo trabajo del artista visual, Ricardo Arvizu.
Encontrar un público
La sinceridad del proyecto radica en una propuesta fuera de los cánones de horror tradicional, arrebata nuestra zona de confort y nos hace pensar dos veces si realmente se ha terminado el buen cine mexicano. Kaiser espera que la película encuentre un público y que contribuya a una visión distinta del séptimo arte en nuestro país.
Y es que el cine de género en nuestro país ha ido ganando espacios “Yo espero que un verso dentro de la historia del cine de género nacional (…) Se trataba de complejizar y que la película se desdoblara entre el misterio a una película de horror porque creo fielmente que este género es capaz de hacer crítica, de transmitir ideas y no simplemente ser un entretenimiento” Explica Kaiser.
Si ya estás listo para liberar la bestia dentro de ti, no dejes de verla.