La Conspiración del Diablo
Con un giro fantástico, lleno de acción desenfrenada y momentos absurdos que hacen recordar a obras como Constantine o a la saga de películas de Resident Evil, La Conspiración del Diablo llega para satisfacer a las personas fanáticas del cine clase B con un sacerdote poseído por el arcángel Miguel y una organización biotecnológica satánica. Con esos elementos, Nathan Frankowski entrega una película alocada, entretenida e ideal para palomear a gusto en el cine.
Realmente no sabía qué esperar de esta cinta, en un inicio daba la impresión de ser una película de terror relacionada con posesiones o algún tema sobrenatural típico, pero vaya sorpresa fue encontrarse con una historia fantástica llena de acción y batallas que parecían sacadas de un videojuego, algo que resultó bastante satisfactorio.
Conspiración del Diablo nos lleva a Italia, en donde conoceremos a Laura, una historiadora norteamericana cuyo interés radica en estudiar a Lucifer y su destierro del paraíso a manos del arcángel Miguel. Para ello, se apoya de su amigo el Padre Marconi, quien la ayuda para acceder al recinto donde se expondrá el santo Sudario de Turín, el cual provoca una gran sensación en la ciudad y que desencadenará los eventos de esta historia.
Con lo anterior, al inicio Laura se encuentra tan inmersa en su estudio, alejada del bullicio provocado por el sudario, que pierde la noción del tiempo, transcurso en el que se escuchan ruidos extraños que sirven para darnos a entender que algo malo ocurrirá. Fantasmas, demonios sueltos o el propio Lucifer tratando de escapar de su destierro, pero nada de eso, más bien unos matones armados y una anciana malévola que pretenden robar el objeto sagrado.
Aquí es donde la película empieza su locura, puesto que la cuestión de los ángeles y los demonios no es algo que se queda en el plano metafísico, sino que es una realidad que toma forma a partir del personaje del Padre Marconi. A este señor lo presentan como alguien noble, sumamente apegado a su religión y que se nota que no rompe ni un plato, pero eso cambia a partir de que es poseído por el propio arcángel Miguel, esto con el propósito de enfrentar a los villanos que buscan adueñarse del Sudario de Cristo.
De tal manera que, al más puro estilo de Constantine o Preacher, el padre Marconi se convierte en un arma mortal, capaz de perseguir camionetas a toda velocidad y usar todos los medios necesarios para acabar con la amenaza que pretende revivir a Lucifer. Con dichos elementos la historia se aleja de lleno del terror para entregarse a la dulce acción, por lo que si esperas ver algo súper profundo que te quiebre la cabeza entonces esta obra no es para ti.
Hay momentos que coquetean con dar discursos profundos respecto de la maldad, los límites éticos de la ciencia o los excesos de las clases privilegiadas, pero sólo se toca la superficie de esos temas. El principal atractivo son las escenas de acción y la odisea del Padre Marconi poseído, en conjunto con Laura, para acabar con la Umbrella Satánica.
Dicha organización está conformada por fanáticos de Lucifer con motivaciones de villano de caricatura, porque se siente como si quisieran dominar el mundo sólo porque sí, lo cual no es malo, es divertido y puede sacar unas buenas risas por lo absurdo de las situaciones, pero esto puede aburrir o parecer demasiado ridículo para tomarse en serio la historia. Se trata de una ficción entretenida y creativa que le da un toque de cinta de superhéroes a la eterna rivalidad entre ángeles y demonios.
La actuación de Joe Doyle como el padre Marconi cumple, ya que su metamorfosis va acompañada de momentos de comedia que ayudan a bajar la tensión de la cinta. Asimismo, los momentos en los que él se desempeña como héroe de acción también cumplen con su propósito, ya que se enfrentará a todo tipo de amenazas sacadas del mismísimo infierno.
Esta es una película que no te deja inconforme, la podrás amar u odiar dependiendo de si te gustan este tipo de obras. Pero, si algo nos ha demostrado el cine con lanzamientos como Sharknado o Rápidos y furiosos, es que hay para todos los gustos y sabores. Por lo que si gustas pasar un rato de chill La Conspiración del Diablo divierte con su premisa alocada, acción frenética y un héroe bastante peculiar.