Infancias arruinadas por la industria
La idealización radica en la creación de modelos de perfección en los que se exageran las virtudes y se olvidan las partes negativas. Hollywood siempre ha sido centro de la idealización a partir de la fama, el glamour, el dinero y por imponer arquetipos de belleza, pero no todo es miel sobre hojuelas y el medio fílmico tiene una gama de pasajes oscuros los cuales últimamente se han destapado a nivel masivo como la pedofilia en los sets de filmación, violencia que dañó la vida de muchos niñxs y que incluso terminó con sus vidas y carreras.
Hay niñxs que pese a los constantes abusos pudieron sobreponerse y con los años lograron fortalecer su vida y una carrera dentro del medio y como muestra está Drew Barrymore, descendiente de un legado de actores que comenzó su carrera a los cuatro años y con proyectos como Estados Alterados (1980) y E.T., el Extraterrestre (1982) parecía que todo iba a pintar para un camino lleno de fama y sin premuras, pero a los 14 años ya era una adicta al alcohol y las drogas, e incluso intentó quitarse la vida, es por ello que tuvo que ser internada en un centro de rehabilitación. Afortunadamente pudo recuperarse y años después protagonizar, en una etapa madura, películas como Scream (1996) y producir con su productora Flower Films cintas como Donnie Darko (2000) y Los Ángeles de Charlie (2000).
Las drogas han sido el común denominador en la caída de muchos actores y actrices, como el caso de Lindsay Lohan, quien comenzó su carrera como modelo infantil y después se convirtió en un ídolo adolescente y en una de las actrices más cotizadas de Hollywood, sin embargo, con el paso de los años cayó en las redes de las drogas y eso le propició problemas legales y una muy mala imagen pública. Su carrera sufrió de una intermitencia fílmica notoria después del 2010 por sus recaídas legales al cometer delitos menores y violar la libertad condicional. Actualmente la protagonista de Un Viernes de Locos (2003) y Chicas Pesadas (2004) tiene un segundo aire en la industria de Hollywood de la mano de Netflix.
Linda Blair con sólo catorce años logró la fama mundial por interpretar a Regan en El Exorcista (1973). Pero esa fama no fue positiva del todo, pues grupos religiosos lanzaron amenazas de muerte con el argumento de que Linda, al interpretar a Regan, estaba profanando a Dios y se burlaba del demonio. Su carrera no volvió a ser la misma y debido a traumas psicológicos comenzó a aumentar de masa corporal, con lo cual fue discriminada y olvidada por un sector de la industria. Pero eso no fue todo, pues como consecuencia su vida se tornó difícil con respecto al consumo de drogas y alcohol al grado de ser arrestada e internada en centros de rehabilitación y psiquiátricos. Su carrera no volvió a ser la misma, pero continua apareciendo en productos fílmicos de vez en cuando como en El Exorcista: Creyentes (2023) en su regreso como Regan.
Uno de los niños más recordados de Hollywood es sin duda fue Macaulay Culkin, quien con Mi Pobre Angelito (1990) se convirtió en una estrella mundial, pero su infancia fue muy complicada, pues al puro estilo de Luis Miguel, fue violentado y explotado por su padre, a quien siempre se le señaló de tener celos de la carrera de su hijo a tan corta edad. Las constantes problemáticas familiares junto a la rebeldía en contra de la autoridad, así como la posesión de drogas hizo que su carrera actoral no llegara a la cumbre que en sus primeros años prometía. Actualmente lleva una vida más tranquila a lado de su esposa Brenda Song y sus dos hijos, Dakota y Carson.
River Phoenix prometía ser uno de los mejores actores de su generación y hasta su muerte a los 23 años se encargó de serlo. Era el mayor de cinco hermanos y su carrera histriónica pronto se vio en ascenso debido a sus papeles protagónicos en cintas como Cuenta Conmigo (1986) y Idaho: El Camino de mis Sueños (1991), esta última dándole el reconocimiento mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia como Mejor Actor y Un Lugar en Ninguna Parte (1988), cinta que le dio nominación al Oscar y Globo de Oro. Su adicción a las drogas impidió que su carrera actoral, musical y su activismo a favor de los derechos de los animales y el medio ambiente continuara, pues una intoxicación acabó con su vida. ¿Qué hubiera pasado si hubiera interpretado a Jack Dawson en Titanic?
Corey Haim y Corey Feldman se conocieron durante el rodaje de Los Muchachos Perdidos (1987) dirigida por Joel Schumacher. Llevaban una extraordinaria relación y gozaban de cierto nivel de fama, pero los malos manejos económicos de Feldman, a su corta edad, lo llevó a vivir un desequilibrio emocional y encontrar un refugio en las drogas junto a Haim. Años después, en el documental (My) Truth: The Rape of Two Coreys (2020), Feldman acusó a Charlie Sheen de haber violado a Haim (a sus trece años) durante la producción de Lucas (1986), un evento traumático que Haim nunca pudo superar hasta su muerte en 2010 a causa de una pulmonía.
Las historias de niños que cambiaron los sets por centros de rehabilitación son bastantes y para muestra lo visto en materiales como la recién estrenada Quiet on Set: The Dark Side of Kids on TV (2023) que narra los abusos perpetrados por directivos y productores de las series de televisión adolescentes hacia los niñxs en los sets de filmación o Showbiz Kids (2020), serie documental que narra los altibajos de algunos de los niñxs más famosos en una industria violenta y pedófila. ¿Qué otros casos recuerdan de infancias destruidas por Hollywood?