Si el documental de The Last Dance te dejó con ganas de más, entonces no puedes perderte AIR: la historia detrás del logo. Una cinta dirigida por Ben Affleck y protagonizada por su compañero de mil batallas Matt Damon, en la que se pone de manifiesto la importancia que tuvo para el mundo del deporte la relación de la empresa NIKE con el competidor por excelencia Michael Jordan.

Las películas dedicadas a explorar la creación, y el éxito de empresas reconocidas mundialmente, es una tendencia producto de un mundo globalizado. Mismo que está envuelto en un capitalismo en el que los Estados Unidos han tenido un protagonismo importante. De ahí que cintas como Ford vs Ferrari (2019) y The Social Network (2010) hayan resultado tan interesantes en su momento, justo por mostrar esas historias  que hay detrás de las compañías norteamericanas.    

En ese sentido, AIR  es una cinta que trabaja sobre esa misma línea, quizás es un tanto más parecida a Ford vs Ferrari porque no pone tanto el dedo sobre la llaga en los aspectos negativos de una empresa tan grande como Nike, sino en un tema de competencia y la toma de riesgos para salir ganador. Es así, como la obra nos presenta a nuestro protagonista Sonny Vaccaro (Matt Damon), el cazatalentos de Nike durante 1984 y responsable de, quizás, la contratación más importante del deporte espectáculo en la historia. 

1984 fue un año cabalístico gracias a George Orwell y formó parte de una época llena de ritmo, color y eventos históricos, algo que esta cinta retrata con creces gracias al diseño de producción, el vestuario y la música. Es en ese contexto en el que Sonny se verá, cara a cara, con la tremenda odisea de mantener viva a la división de baloncesto de Nike, empresa que aún no era como la conocemos al día de hoy y que requería, con urgencia, a una estrella del deporte ráfaga para vender sus zapatillas deportivas.

Matt Damon destaca mucho dentro de su personaje y su arco recuerda bastante a la cinta de Jerry Maguire (1996), debido a que Vaccaro es alguien que busca reivindicar su carrera y para ello necesita de un hit que le haga recuperar la pasión por su trabajo, situación con la que es fácil empatizar y que engrandece el mensaje nacionalista de la cinta. Afortunadamente no se queda sólo en eso, porque junto a Damon hay un elenco muy bueno de personajes divertidos e igual de interesantes.

Tal es el caso de Jason Bateman, Chris Tucker y Viola Davis, quiénes, respectivamente, hacen un gran trabajo al darle ritmo a la cinta con algunas escenas divertidas u otras que son inesperadamente dramáticas, por lo que no será ninguna sorpresa que en unos años ronden en internet los diálogos o momentos de esta gracias a su epicidad. 

Un punto muy padre de la película es la presentación de la familia Jordan, Michael y sus padres, puesto que sirve para construir el mito detrás del ícono. Viola Davis en el papel de la madre de Michael es imponente, a pesar de que no aparezca tanto en pantalla y las interacciones que tiene con Sonny Vaccaro son geniales. 

Asimismo, es muy llamativa la forma en la que muestran a Michael Jordan. Sin dar muchos detalles, el trabajo de cámara ayuda a engrandecer su figura, junto con la edición, ya que la película usa el suficiente material de stock basado en la vida real, para ayudar a comprender la importancia de lo que sucede, especialmente para aquellas personas que no saben nada de la relación Michael Jordan – Nike. En todo caso, también hay un mar de referencias que complacerá a lxs más conocedrxs. 

Esta película es muy entretenida de principio a fin, no se siente larga en ningún momento y se enfoca en un momento específico de la historia de Nike. Sin embargo, es ahí donde también puede estar su mayor defecto y es que también se siente como un comercial muy grande para la compañía, que como mencioné va acompañado de un sentimiento nacionalista al estilo de la franquicia de Rocky, lo cual no es necesariamente malo, pero puede ser una concesión a tener en cuenta.

AIR es una gran película para todas las personas fanáticas del deporte, en específico del baloncesto. No pierde el hilo en ningún momento y la labor de Matt Damon es destacable, regala a un gran personaje que cuenta con un equipo igual de entrañable. Me parece un gran complemento a The Last Dance de Netflix y una referencia importante para el análisis del deporte espectáculo, disfrútala en tu cine favorito el próximo 5 de abril.