¿Qué es el cine sin su magia? Y es que una parte fundamental que le da vida a cada personaje es el arte del maquillaje. Aquí cinco películas que lo demuestran:

  • SH! THE OCTOPUS, 1937

Quizá este título no sea tan conocido por la historia que presenta, sin embargo, nos regala uno de los momentos cruciales donde el maquillaje y la luz se unen para lograr efectos especiales que, incluso ahora, maravillan a cualquier espectador. Karl Struss es el creador de este efecto y de la revelación de un personaje frente a cámara que no podemos dejar pasar. 

2- MAGO DE OZ, 1939

Honestamente el maquillaje de efectos especiales y el cine le deben mucho a esta película, pues uno de los actores quedó fuera del film por haber sido intoxicado con el producto que decidió utilizarse para crear el color tan peculiar del hombre de hojalata. Sin duda es importante reconocer que la historia de estas dos disciplinas ha ido reconociéndose casi la una con la otra. 

3- EL HOMBRE ELEFANTE,1980

Si de maquillaje y cine hablamos, El Hombre Elefante es obligada, pues gracias al trabajo de maquillaje que se realizó en esta película es que La Academia implementó el premio a Mejor Maquillaje y Peinado en 1981. A pesar de no haber sido premiado por La Academia, Christopher Tucker quedó inmortalizado como un grande de los efectos especiales después de crear las deformidades en el segundo largometraje de David Lynch. 

4- BATMAN FOREVER, 1995

No podemos olvidar a uno de los personajes que ha roto la barrera del tiempo y las reinterpretaciones, el Joker de Jack Nicholson está guardado en la memoria colectiva gracias a esa gran sonrisa que Nick Dudman, maquillador encargado del personaje, supo acentuar en el rostro de Nicholson con ayuda del propio actor quien se involucró mucho en la creación de su personaje. 

5- EL GRAN HOTEL BUDAPEST, 2014

Además de respetar la estética que maneja Wes Anderson en sus películas, esta entrega nos regaló uno de los looks más recordados de los últimos 10 años con el envejecimiento de Tilda Swinton, convirtiéndola en Madame D., quien representa el papel que dará paso al resto de la historia.