Desde Suecia, llega esta película de terror que involucra a estrellas de internet, un lago embrujado y momentos slasher al más puro estilo Until Dawn. Dirigida por Johannes Persson, Devoradora de Almas o Feed, muestra una cinta de terror con giros de trama conocidos y momentos bizarros originales que la colocan como una obra entretenida para las personas amantes del género.

Personajes como Freddy Krueger, Jason o el mítico Michael Myers marcaron una época en las cintas de terror que siempre involucra a un grupo de jóvenes que intentan sobrevivir al monstruo de turno. En este caso, no hay nada que sea desconocido dentro de la cinta que nos compete hoy, salvo por el hecho de que ahora el grupo de personajes está conformado por influencers y una protagonista que se diferencia lo suficiente como para empatizar con su situación. 

Aquí conocemos a Elin (Molly Nutley) una chica que acaba de iniciar una relación con una estrella de internet y que se va de vacaciones con otros influencers para promocionar una zona turística, esto derivado de una ola de viralidad que le ha dado fama a diversos lugares en los que han ocurrido hechos extraños. De aquí que las personas que quieren promocionar el lago buscan al grupo de Elin y compañía para invitar a la gente a visitar esos sitios.

Las justificaciones de la historia son sencillas y fáciles de entender, al mismo tiempo que llama la atención el foco que se le pone a la importancia de los videobloggers o tiktokers al momento de promocionar un lugar o producto, de tal forma que se remarca el hecho de que esta película está ubicada en la época actual. Por ello da un poco en qué pensar con la necesidad de likes en internet, sin importar las consecuencias aterradoras que puedan llevar consigo. 

Elin se coloca como la protagonista porque es la única que actúa con criterio ante las situaciones que enfrentarán este grupo tan peculiar. Dentro del viaje es frustrante ver que ella es la única que no se deja llevar por el miedo irracional y que actúa con sentido crítico ante las situaciones paranormales que atraviesan, lo cual contrasta de lleno con sus acompañantes, quienes están más preocupados por las vistas que en salvar su propia vida. 

Como mencioné, esta es una película que trabaja sobre los giros tradicionales de los slashers, van muriendo ciertos personajes y es fácil intuir los que siguen, por lo que no hay sorpresas en este apartado. Excepto por un momento específico dentro de la cinta que involucra a un pie y un dron, esa escena es pura diversión y sólo por ello ya valió la pena la entrada, ya que recuerda a los momentos icónicos de la cinta protagonizada por Kevin Bacon, Terror bajo tierra.

Los momentos bizarros y de tensión cumplen con su cometido, porque la amenaza que acecha a este grupo de jóvenes se presenta como una fuerza sobrenatural e imponente. Sólo que es muy predecible el saber quién está detrás de todo, de tal forma que el momento de la revelación puede recordar a cuando le quitaban la máscara a los monstruos de Scooby Doo, nada fuera de lo normal, con humor involuntario y sin mucha sorpresa.

Cabe destacar el buen trabajo de fotografía porque se marcan mucho los paisajes de la película. La ubicación es una lago parecido a Crystal Lake, con muchos árboles alrededor y brillos que son capturados de forma muy bonita en las escenas, lo que hace olvidar que es una cinta Slasher Escandinava. 

Con ello también hay unos merecidos aplausos a los props y el trabajo de maquillaje realizado en las escenas gore. Dentro de la sala fue posible escuchar las genuinas reacciones de asco e incomodidad ante los momentos de horror corporal que se veían en pantalla, lo cual genera la duda de ¿Cómo le habrán hecho para hacer tal o cual escena para que se viera así de grotesca? 

Devoradora de Almas fue una experiencia entretenida que permite entender cómo, en terrenos tan lejanos como Suecia, se siguen las fórmulas clásicas de las cintas de terror Slasher con una que otra premisa interesante. Se coloca sobre la mesa la importancia publicitaria actual de las redes sociales, algo en lo que no se profundiza más pero que resulta llamativo como contexto y cuenta con una protagonista a la cual queremos ver a salvo de toda la masacre desatada.

También cabe mencionar que las motivaciones del monstruo no están tan alocadas y se hace un intento por dar un villano aterrizado, algo que desafortunadamente sólo se queda en un intento, puesto que el tiempo de la película no da para desarrollar más esa parte y queda como una anécdota curiosa. Creo que es una buena película para relajarse y que despierta sensaciones para las personas amantes de los Slashers, sencilla y cumplidora.