Desde que existe el hombre, ha existido la necesidad por el terror. Más allá de un disparo de adrenalina por el cuerpo, el terror representa una ventana para expresar las angustias sociales más latentes en la psique colectiva. En las historias de miedo encontramos una oportunidad para advertir sobre peligros venideros o presentes: “aléjate de las figuras extrañas en la noche”, “cuidado con los aullidos de bestias desconocidas”.

De igual manera, el cine siempre ha fungido como un espejo de la sociedad y sus temas clave en un momento histórico determinado. Naturalmente, el terror en el cine tiene un propósito y una historia larga y complicada que merece su propio estudio a profundidad. 

A partir de los primeros trabajos de Méliès, pasando por el expresionismo alemán que resonó hasta los monstruos de Universal, el terror espacial de la guerra fría y el giallo italiano, el terror cinematográfico sufrió múltiples metamorfósis que lo llevó hasta lo que el día de hoy nos atañe: el slasher americano. 

La década de los 70 fue decisiva en muchas maneras para Estados Unidos: la pérdida de la inocencia, el despertar del sueño americano, la proliferación de los asesinos en serie, la derrota en Vietnam, los movimientos contraculturales y la renuncia de Nixon llenaron de cinismo a los medios de comunicación, desatando a una nueva ola de cineastas subversivos dispuestos a moldear a Hollywood a su conveniencia. 

Dicho panorama fue el caldo de cultivo perfecto para que John Carpenter conmocionara para siempre al mundo del cine con el estreno de Halloween. El 25 de mayo de 1978, la historia de Michael Myers -un hombre sin sentido ni razón cuyo único objetivo existencial es matar a toda forma de vida en su camino- tomó por los hombros al mundo cinéfilo y consolidó un nuevo universo de tropos, reglas y lineamientos para el nacimiento del slasher

El éxito rotundo de la historia de Carpenter desató cinco décadas de secuelas y remakes que van desde lo cautivador hasta lo francamente intolerable, pero tal vez nada tan interesante o propositivo como la trilogía desarrollada por David Gordon Green. 

En 2017 se confirmó que la saga de Halloween saldría del infierno de producción en el que se había encontrado durante casi una década y llegaría a las salas de la mano de Green y Danny McBride. El 8 de septiembre de 2018 Halloween llegó a los cines y revivió el furor por “la figura”, como los fanáticos conocen a Michael Myers.

El triunfo financiero de la nueva entrega aseguró la llegada de dos secuelas, que completarían una nueva trilogía para las nuevas audiencias. Los resultados de estas tres entregas están a juicio individual del espectador, pero es imposible ignorar el esfuerzo de Green por hacer algo diferente con su turno bajo el reflector. 

Halloween (2018. Dir. David Gordon Green) nos presenta a Laurie Strode 40 años después de los fatídicos eventos ocurridos el 31 de octubre de 1978. Las heridas la convirtieron en una reclusa esperando (e incluso anhelando) el regreso del monstruo que la marcó de por vida. Esta cinta cumplió con todo lo que los fanáticos esperaban del regreso triunfal de Jamie Lee Curtis, pero no se conformó con el mínimo requerido. 

En ella podemos encontrar a una Laurie que se ha convertido en una víctima eterna. La violencia desmedida que vivió en una sola noche marcó su vida para siempre y dañó cada una de sus relaciones personales. ¿Qué pasa con una sobreviviente cuando no recibe y no busca la ayuda necesaria?

Halloween Kills (2021. Dir. David Gordon Green) retoma la historia inmediatamente después de los eventos de la última película. Michael Myers continúa suelto y esta vez el pueblo entero de Haddonfield está tras él. El mal morirá esta noche y se hará lo que sea necesario.

Para la segunda parte de la trilogía los cineastas levantaron cuestionamientos casi nunca vistos en una cinta slasher. ¿Qué le hace un historial violento a una comunidad? Los crímenes de “la figura” no sólo atormentan a Laurie todas las noches. Cada habitante del pueblo ha crecido temiendo al demente que se esconde en la oscuridad esperando el momento exacto para matar niñeras adolescentes. 

El miedo perpetuo puede convertir a cualquier animal en una bestia rabiosa, y esa es la tésis exacta de Green para Kills. El deseo desesperado por paz o algún tipo de conclusión satisfactoria es capaz de envenenar a cualquier colectivo, sin importar el tiempo, ni la bondad inicial en el corazón del hombre. 

Halloween Ends (2022. Dir. David Gordon Green) nos lleva cuatro años después de la noche de terror vivida en 2018. Nadie ha visto a Michael Myers, pero sus actos resuenan en cada rincón del pueblo, lo que desata una nueva maldad que crece cada día bajo las narices de todos. 

Para su capítulo final, los realizadores llevaron su concepto un paso más allá y se atrevieron a discutir el papel de la sociedad en la creación de los propios monstruos que tanto tememos. La falta de un cierre a la tragedia puede pudrir a todo un pueblo hasta la médula. 

Se cree que la presión calculada puede convertir el carbón en diamante, pero la presión extrema simplemente pulveriza, simplemente asfixia. La violencia descarnada de Myers ha deformado tanto a Haddonfield, Illinois que lo único que puede salir como resultado es la próxima cara de sus pesadillas. En su afán por encontrar culpables, han creado al mismo “boogeyman” que tanto han temido. 

Mucho se ha malentendido alrededor de las nuevas entregas de la franquicia. Los análisis simplistas que refieren a “la maldad” y “el legado de la maldad” como los temas principales de éstas son contradictorios al objetivo de las obras de las que se habla aquí. 

Como ya se mencionó anteriormente, la calidad de cada entrega o la trilogía como un todo es un juicio subjetivo de cada espectador, pero es innegablemente relevante el empeño de los cineastas por integrar un discurso que raya en lo subversivo para una saga cinematográfica que bien pudo haberse limitado a hablar de cultos mágicos y sueños con unicornios blancos. 

Discutir la violencia es tan importante como lo ha sido siempre y qué mejor lugar para hacerlo que en uno de los slashers más importantes de la historia. El doctor Jorge Barudy reflexiona al respecto:

Las consecuencias de […] diferentes formas de violencia se expresan en variadas formas de sufrimiento a nivel de (las víctimas) y los comportamientos violentos son a menudo la expresión de un sufrimiento de (los victimarios). Este sufrimiento […] ha sido causado casi siempre por contextos de violencia instigados por los poderosos de un sistema social. Esto da origen a lo que los investigadores llaman el ciclo de la violencia, es decir que la violencia engendra más violencia. 

Las contemplaciones de David Gordon Green respecto a la violencia y sus consecuencias a nivel personal, social y ecosistema no sólo son importantes para nuestros tiempos actuales, sino que retoman el propósito primigenio del terror. 

Fallida o no, la trilogía más reciente en el repertorio de Halloween es un ejemplo resplandeciente de los riesgos que el terror debe tomar constantemente como una forma de arte que muchas veces los “académicos” e incluso las audiencias pretenden menospreciar. 

Bibliografía

  • Barudy, J. (s. f.). PROMOVER EL BUEN TRATO Y LOS RECURSOS RESILIENTES COMO BASES DE LA PREVENCIÓN TRATAMIENTO DE LAS CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA HUMANA. En CEPAVI. Recuperado 24 de octubre de 2022, de https://sistemadif.jalisco.gob.mx/cepavi/Material_didactico/Buen%20trato/Buen%20trato.pdf

BBC News Mundo. (2019, 14 diciembre). Por qué hay tanta gente a la que le fascina sentir terror. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-50736429