La obra de Carlos Hagerman y Jorge Villalobos que retrata tres historias en torno a la migración en un formato documental animado memorable. Se trata de una película con sentido social que es descorazonadora y que visibiliza la complejidad de un fenómeno con el que muchos mexicanos podemos sentirnos identificados en distintos niveles. Home is Somewhere Else dibuja la odisea del sueño americano y el legado de este con los hijos e hijas que heredaron sus raíces.     

En México es muy común escuchar a varias personas decir que tienen un familiar o conocidos en Estados Unidos y cómo estos decidieron emprender el duro viaje de dejar su país con el propósito de buscar un lugar mejor. Películas como La Misma Luna de Patricia Riggen, así como Ya no estoy aquí de Fernando Frías, exponen parte de este fenómeno con una mirada entrañable y reveladora, algo que, la obra que nos compete el día de hoy también cumple con creces a través de la animación. 


Al ser un tema complejo no hay mejor manera de transmitir las emociones y la realidad de la migración sino es a través de sus protagonistas, personas con historias sorprendentes que muchas veces se ven relegadas a un segundo plano. En este caso la cinta se conforma en tres actos en los que presentan a Jasmine, Evelyn y Elizabeth, así como a José Eduardo “El Deportee”.

Personas que relatan sus historias de vida en torno a la migración con un audio meramente documental, pero con el maravilloso añadido de una narrativa guiada por una animación que juega con los trazos, con los estilos de dibujo, de tal forma que cada historia tiene su propio sabor y pretende evocar emociones diferentes. 

Para ejemplificar lo anterior está la historia de Jasmine, una chica que teme perder a sus padres por su estatus migratorio en un contexto marcado por deportaciones masivas y en medio de las protestas llevadas a cabo en Estados Unidos ante la abolición de DACA, política migratoria que buscaba proteger a muchos inmigrantes indocumentados. 

Todo su contexto es presentado en la película por medio de los dibujos de una niña pequeña que creció en Norteamérica. Con la inocencia perdida de alguien que tuvo que sumarse al activismo con el objetivo de no perder a sus padres nacidos en México y con los testimonios encarnados de todos ellos, de tal forma que la película irremediablemente  provoca una tristeza generada a través de la empatía.

Lo que hace esta obra recuerda por momentos a la serie animada The Midnight Gospel de Duncan Trussell y Pendleton Ward, precisamente por la forma en la que utiliza audio real con un trabajo visual que viste y acompaña las historias que nos presentan. Lo que hicieron los estudios de animación mexicanos y todo el equipo detrás de Home Is Somewhere Else es simplemente una genialidad que ojalá se repita en más documentales para el futuro.