“La habitación de al lado” es la película número 23 del renombrado director español Pedro Almodóvar, está protagonizada por Julianne Moore y Tilda Swinton. Basada en la novela “¿Cuál es tu tormento?” de Sigrid Nunez, la pelicula aborda la historia de Ingrid (Moore) y Martha (Swinton) dos amigas periodistas que se reencuentran después de años sin verse, Martha padece de cáncer en etapa tres y en el ocaso de su vida le pide a Ingrid que se quedé con ella en una cabaña en la cual planea cometer suicidio, para evitar el sufrimiento que la enfermedad le traerá en los meses posteriores a su diagnóstico, el plan de Martha es que Ingrid la acompañe en medio de su soledad hasta que se sienta lista para tomar una pastilla de eutanasia que le garantizará una muerte tranquila. 

La cinta tiene un ritmo lento que, alude a lo contemplativo que es el final de la vida de Martha, en ocasiones se detiene para darle un respiro al personaje y recordarle que está vivo y como sus sentidos la envuelven dentro del propio ambiente de la cinta, es curioso como una persona que disfruta tanto la vida desea dejar de estar viva, a primera lectura se podría decir que la filosofía del filme está en ese enunciado, pero basta con dar un poco más de atención para que el espectador note que se trata de una persona que no quiere sufrir, no que desea morir y, que aun cuando ya tomó la decisión de cometer el suicidio, aun tiene miedo de morir, tanto que comienza a dejar de pensar en lo que disfrutaba de leer, escuchar y ver. Aun cuando el personaje de Ingrid pone en duda si lo que hizo al aceptar este acuerdo de compañía está bien o no, sus acciones nunca interfieren en la decisión de su amiga, lo que crea un debate sobre la situación haciendo que el espectador reflexione sobre lo que consideraría adecuado en esta situación. 

Al igual que dolor y Gloria (2019) esta cinta expone una situación de un personaje viendo su vida con lejanía como si ya no reconociera lo que fue en contraste con lo que es, ambas películas exponen una reflexión sobre el miedo a la muerte y a vivir con sufrimiento, en “La Habitación de al Lado” estas posturas toman rostro y se plasman en un viaje conmovedor de amistad y respeto. Almodóvar tiene muchas enfermedades mortales expuestas a lo largo de su filmografía, más de una o dos por cinta, sin embargo, siempre fueron las causas o consecuencias de las acciones de los personajes en la cinta, sin embargo, esta gira en torno a la muerte, como si después de tantos años hablando de ellas como si fueran secundarias, finalmente tomará el protagonismo que buscaba.

Las actuaciones del elenco principal  (incluyendo a John Turturro) son excepcionales, transmitiendo el sentimiento que se buscaba,  algo que salta a la vista es que el uso del color, particularmente, el rojo, como es costumbre esté siempre esta presente en las películas del director manchego, sin embargo, en este filme no se encuentra inundando los espacios, sino que los centra en elementos específicos que focalizan la atención del espectador, debido a su importancia narrativa (siendo la puerta de la habitación de Martha, el símbolo temático con mayor peso) , así como también tiene un juego con el color verde que oscila entre las prendas y muebles de la casa.

Hablando más sobre el personaje de John Turturro, es muy interesante como su conversación con Ingrid sobre Martha se aborda en la cinta con una analogía (plasmada por el mismo personaje) a como en la realidad el planeta se encuentra en un sufrimiento constante a causa de los humanos, como un cáncer, y aun cuando esta analogía pareciera tener una razón en su existir, de nuevo, llega el personaje de Julianne Moore a plasmar una contra postura, pero esta vez, de una forma en que pareciera sacar todo el sentimiento de esperanza que no le puede decir a Martha por la naturaleza de su acuerdo , dejando al personaje de Turturro pensando en su postura ante la vida. 

En cuanto a los aspectos que rodean la cinta como la dirección, encuadres y arte, no hay un sobresalto de que exista algún error, como es de costumbre en la filmografía del director, todo está muy cuidado y medido para darle el enfoque escénico emocional necesario, cuanto a aspectos sonoros es un deleite al oído los segmentos donde el personaje de Martha simplemente se detiene a escuchar el canto de los pájaros o el ruido del bosque, transmiten la misma calma y relajación que muy probablemente sentía el personaje de Swinton en ese momento. 

La cinta es una propuesta reflexiva sobre la muerte y la decisión de tomarla como una salida al sufrimiento, no como algo cobarde como muchas veces se suele asumir, sino como algo valiente y reconfortante con la persona que lo está padeciendo, se siente como una película diferente a la mayoría de lo que el director ha hecho antes, propuesta que es digna de apreciar y reconocer, aún más porque no falla en su ejecución, siendo contemplativa y dando un fuerte suspiro de lo que ha sido hasta ahora la carrera del director español.