Basada en el webtoon de terror “The Ghost Station” del autor Horang, reconocido por su destacado trabajo en varias obras de terror, llega de la mano de Tulip Pictures una de las películas más aclamadas del momento. “Estación fantasma” es un filme que promete ser de los más escalofriantes de la temporada, este 16 de enero en salas de todo el país.

La trama gira en torno a Na-young, una joven reportera que, después de cometer un error periodístico que le costó mucho dinero a la empresa en la que trabaja, es obligada a cazar notas llamativas. Esto la lleva a descubrir el misterio que envuelve a una estación en la que recientemente han sucedido una serie de suicidios en cadena. ¿Será que esta joven periodista logrará salir a salvo de “La estación fantasma”?

Con la participación de Hiroshi Takahashi, mejor conocido por Ringu (adaptada a Occidente con el título de El Aro), y Koji Shiraishi de Noroi: The Curse, esta cinta, con claras notas de terror surcoreano, incluye elementos característicos de este estilo de cine, como sustos sútiles, una atmósfera sombría y una narrativa que aborda temas como la tragedia y la venganza, plasmados en los elementos paranormales.

Lo bueno vs lo malo

(A partir de aquí, continuaremos con pequeños spoilers):

Si bien en “Estación fantasma” encontramos una historia simple que el espectador resolverá fácilmente, algunas de las actuaciones son notables, especialmente al mostrar terror frente a los elementos paranormales que aparecen.

Una de las cosas que no se le pueden perdonar a ninguna obra es tratar al espectador como tonto. Continuamente se muestran flashbacks de partes importantes para resolver el misterio que envuelve la trama. Lamentablemente, estos flashbacks se sienten como si el director, Jeong Yong-ki, no confiara en nosotros y nos obligará a mirar dos veces cosas que realmente son fáciles de recordar, cómo la identidad de ciertas personas o algunas palabras que dice algún personaje.

Los puntos más fuertes de la película están en lo visual. Aunque algunos de los prostéticos se ven simples, la mayoría de las escenas están mejor logradas, y las de muertes y catástrofes cumplen su función de estremecer o sacar sustos al público en la sala de cine.

Cuando nos enfocamos en la estética de “Estación fantasma”, vemos una paleta de colores bien trabajada: blancos abrumadores que nos recuerdan la frialdad de un lugar de trabajo sobrio, azules que transmiten el dolor y verdes que inquietan hasta provocar repulsión. Además, hay varias tomas en las que podemos aplaudir al cinematógrafo por su ejecución.

Estación fantasma es una película que, sin duda, dividirá al público, tanto por los temas que desarrolla como por el estilo clásico del terror asiático, que recuerda a cintas de principios de los 2000. Sin embargo, invitamos a todas y todos a disfrutarla y formar su propia opinión, ya que “Estación fantasma” ya está disponible en cines.