“La Promesa de Irene”: un drama esperanzador que abre la 22º edición del Festival de Cine Judío en México
El pasado miércoles se dio inicio a la una nueva edición del Festival Internacional de Cine Judío, extendiéndose desde la CDMX hasta Mérida, Guadalajara, Ciudad Juárez y Nuevo León. Por si fuese poco, por primera vez se exhibirá en países como Panamá, Costa Rica y España.

El festival fue presidido por diversas personalidades, entre las que destacan Fredel Saed Raffoul, directora del festival, quien ha comentado que, por su propuesta de presentar películas de temática judías, le ha llevado a recibir críticas y mensajes de odio agravados, muchos deseándole la muerte en un horno.
Los prejuicios y la xenofobia que podría impregnarse en el colectivo por contar con películas cuya cultura está implícitamente ligada a Israel, no impidieron que esta edición se llevase a cabo.
También contó con la presencia de Ana Francis Mor¸ una actriz, activista y actual secretaria de cultura de la ciudad, quien se encargó de cortar el listón que daba por iniciado el festival, el cual presenta 6 películas que prometen presentar historias inspiradoras y llenas de sueños.

Dentro de la programación se incluye la cinta “La promesa de Irene” un drama del 2023 dirigida por la cineasta Louise Archambault, de origen canadiense-polaca.
La película, basada en hechos reales, presenta el contexto de la Segunda Guerra Mundial, en el que una enfermera polaca Irena Gut (Sophie Nélisse) se convierte en la ama de casa de un oficial nazi, Rugmer (Dougray Scott), arriesgando su vida con tal de ocultar a una dicena de judíos dentro de la casa del mayor.
No es novedad que cuando se habla de cine judío, lo primero que imaginamos es una película sobre la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto Nazi pues supone el episodio más bajo en la historia de la humanidad, donde se demuestra lo degradante que puede ser la conciencia humana por ideas antisemitas y racistas.
Películas de esta índole predominan en el cine, y más en Hollywood, pues Estados Unidos por algún motivo se adjudicó ser el portavoz de este evento que no sucedió ni cerca de su territorio, aunque se vio fuertemente beneficiado (fuga de cerebros).

Por ende, ver películas de esta temática por parte de otros países siempre es gratificante, pues presentan una óptica distinta y más si se trata de países que sufrieron directamente las acciones de los nazis y el holocausto, como lo fue Polonia.
Es un poco desilusionante ver la película y darte cuenta de que, una producción un tanto polaca, está enteramente hablada en inglés. Hacerse en su idioma original siempre resulta más gratificante y realista, pero es entendible, hay que ser comerciales.
Aún así, la película cumple con su propósito, presentarte una historia de una persona que dejó de lado su orgullo y egoísmo por salvar a personas indefensas. La directora se enfoca en mostrar los obstáculos que Irena tuvo que atravesar para mantener su secreto y evitar ser asesinada por traición.
Una de las cosas alucinantes, es la muestra de la crueldad con la que los oficiales nazis son mostrados. Archambault se deja de tapujos y utiliza la violencia cuando la cree necesaria. Hay una escena que involucra a un oficial alemán y a un bebé y su madre, es totalmente inesperado y perturbador, pero sin duda, uno de los mejores momentos de la cinta.

Su punto más débil está tanto en el desenlace como en la introducción, se siente como si a toda la cinta le sobrase metraje. Cuenta con un inicio por lo alto, pero cae por al menos 20 minutos.
Es hasta el momento en donde ella esconde a los judíos en la mansión del oficial cuando todo se torna interesante, pues la intriga y la tensión nos mantiene en vilo. Los elementos narrativos de Hitchcock están presentes, eso de mostrarle información al público que el villano o el protagonista no conoce, generando suspenso.
Pero, sus últimos momentos sobran demasiado. Tal vez sea la condescendencia de la directora, pues por varios momentos tememos que nuestros protagonistas sean descubiertos, aunque sabemos que eso no pasará. Y cuando el giro de tuerca se presenta, todo lo demás nos termina pareciendo irrelevante.
Tal vez el centrarse más en esos momentos cruentos y tensos, o tomarse más tiempo para conocer a los judíos, habría significado un desarrollo más intenso que el presentado. Es difícil recordar tan solo un nombre de alguno de los judíos escondidos. Incluso, en algún punto se une un judío que es supuestamente uno de los más buscados, pero su labor e importancia son relegados a nada. Es esa sobre explicites lo que termina haciendo a la película un tanto intrascendente.
Pese a todo, no la exonera de tener sus momentos y de ser un drama correctito, o cumplidor, pero que no impresiona ni despunta. Su mensaje sobre la bondad y empatía humana es eficaz y la moraleja sobre el exterminio con la crueldad humana nos demuestra que no hay etapas ni épocas para actuar en el nombre del bien.

El festival se estará presentando del 20 de febrero al 4 de abril. Contará con cerca de 300 funciones y a posibilidad de adquirir un cinebono en las salas de Cinépolis selectas.
Cualquier información se puede consultar a través del Instagram oficial del festival “FICJM”.