Matorral seco en llamas: mirada sobre la realidad en Brasil
La película dirigida por Joana Pimenta & Adirley Queirós que forma parte del 42° Foro internacional de cine de la Cineteca Nacional narra la historia de un conjunto de mujeres callejeras que maneja una refinería de combustible clandestina en la favela Sol Nascente, mientras se desarrollan varios conflictos armados, intervenciones policiales y elecciones políticas.
El mayor fuerte de la cinta es su apartado técnico, ya que se aprecia el cuidado en la fotografía y en el sonido. Si bien es cierto que la película cuenta con varias tomas largas que pueden ser pesadas para los espectadores, la composición de cada plano y el sonido que emite cada elemento a cuadro ayuda a la narrativa para darle una mayor inmersión y credibilidad al lugar tan inhóspito y hostil en el que viven los personajes, un escenario que recuerda al género western, pero que refleja la dura realidad que se vive en las favelas de Brasil.
En cuanto a la historia en cuestión, se toma su tiempo para arrancar, ya que tiene una estructura narrativa poco convencional, debido a que se sostiene con largos monólogos y las ya mencionadas tomas largas, aunado a que la cinta dura dos horas y media. Hay momentos en los que se pierde el rumbo de la historia y llega a ser confuso cuál es el objetivo de los personajes, debido a que hay varias tramas pasando a la vez y pasamos varios minutos enfocados en una sola, dejando al resto algo descuidadas.
A pesar de estos puntos, las tomas largas permiten profundizar en los paisajes tan vastos que se ven en pantalla, al igual que en las situaciones que afrontan día a día los personajes, lo que le da una mayor riqueza sentimental a la cinta. A la par, no hay que olvidar las excelentes actuaciones del reparto que componen a estos personajes rebeldes y anárquicos, los cuales expresan sus emociones, preocupaciones y furia de gran manera.
Sin bien la duración pudo ser más corta, Matorral seco en llamas brinda una perspectiva realista y desoladora sobre la situación que se vive dentro de las favelas, apoyada de un magistral uso de la fotografía y sonido, con un ritmo pausado y un poco confuso en ratos, pero con grandes actuaciones y momentos que dan pie a una crítica sobre situaciones del mundo actual.