El debut de la directora Ishana Shyamalan, sí, hija del director M. Night. Shyamalan, quien también funge como productor, lanza destellos de cine de suspenso y horror de su padre, el cual invita a la reflexión sobre lo que nos hace humanos. 

Basada en la novela de Am Shine. La cinta nos transporta a Irlanda, donde Mina (Dakota Fanning) es una joven que, tras un acontecimiento traumático, se alejó de toda su vida anterior. Las cosas se complican cuando se da cuenta que queda varada en un misterioso bosque claustrofóbico. Allí, se encuentra con una misteriosa mujer, Madeline (Olwen Fouéré), quien le proporciona refugio junto con otras dos personas. Pronto, Mina se dará cuenta que ese bosque alberga seres que le impedirán salir de allí. 

Con una premisa de cuento de hadas, la mitología es el símbolo de lo que construye la joven directora. Empleando elementos del folclore irlandés, que están construidos con delicadeza, mientras más avanza la cinta, más sabremos de esas criaturas. Algo que lo hace destacable, pues el ritmo de la película es el que se requiere, no se estanca en momentos innecesarios, pues debe mantener al espectador en suspenso, es decir, nunca te desconecta. 

Todo gira alrededor de Mina, un personaje que ha sufrido mucho en su vida, lo que la ha llevado a ser un personaje solitario (sin contar al ave que siempre va consigo), es en el bosque donde debe dejar de lado esa apatía y egoísmo para sobrevivir. Junto con sus compañeras y compañeros, crean un reparto en donde unir fuerzas es más una necesidad que una elección. Aunque no siempre estarán de acuerdo el uno con el otro, como mencionan en la película; “el bosque saca lo peor de todos”. 

Realmente es bastante fresco y necesario para el género que se presenten nuevas figuras aterradoras, con formas distintas y características innovadoras. Shyamalan se encarga de no solo darles una finalidad de espantar, crear jumpscares (que, por cierto, esta película apenas y tiene). Más bien, provocan que los personajes tengan que enfrentar sus temores, sus debilidades y aquellas cosas que lo atormentan. 

Vamos, que la directora emplea elementos ya vistos en el cine de su padre, que se puede considerar de terror, pero siempre tienen un lado dramático. Pero, también recuerda por momentos a Guillermo del Toro, quien no solo se encarga de crear figuras terroríficas con el fin de perturbar al espectador. También nos demuestra que hasta la figura más horrible, puede tener ese lado humano que nos tranquiliza. 

Además, nos gustan bastante esas películas que tienen la decencia de poder darle un cierre a todo lo que nos plantean. Cualquier misterio, cualquier personaje y elemento en esta película tiene su propio cierre, sin nada inconcluso ni con explicaciones vagas.

Resalta lo cuidado que está el guion, pese a algunos fallos, tiene un desarrollo de personajes que se ven reflejados en su tercer acto. Tan cuidado como lo es la fotografía, que es enigmática como la película. 

En general, “The Watchers” es más que una película de terror. Analiza como varias personas son martirizadas por sus fallos y defectos. Pero en realidad, reconocerlos y aceptarlos es un artilugio humano y uno de nuestros más grandes privilegios, tener conciencia. 

La película se estrena este 6 de junio en salas mexicanas. 

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