Esta película le otorgó la nominación al Oscar a la actriz Andrea Riseborough y no es para menos, puesto que To Leslie, del director Michael Morris, es una cinta emotiva sobre el peso de las decisiones, las cicatrices que dejan las adicciones, así como las oportunidades pérdidas que dejamos en el camino ¿Qué harías tú si ganaras la lotería? y ¿qué se puede aprender de los eventos que nos marcan como personas? esas son preguntas valiosas que deja esta historia sobre redención.

Obras como Dallas Buyers Club, 8th. Mile y en Búsqueda de la Felicidad exponen problemáticas sociales importantes en torno a las cuales se ven involucrados sus protagonistas. Estigmas en torno a las enfermedades de transmisión sexual, desigualdad, desempleo, son historias difíciles de ver dependiendo de qué tanto se puede empatizar con tales situaciones, y Mala Suerte Buena Suerte entra en esa categoría al tratar el tema del alcoholismo con nuestra protagonista Leslie

Ella es una madre soltera que, en un momento de su vida, ganó la lotería y se convirtió en una celebridad de su pueblo natal ubicado en Texas. Sin embargo, cuando la conocemos, vemos su peor versión, puesto que vive en un hotel de paso y no hace más que tratar de conseguir dinero para financiar sus botellas de alcohol. Este presente tan desolador sólo hace despertar la pregunta de ¿Qué sucedió para que Leslie llegara a este punto? después de que pareciera tener su vida resuelta.

Ese es uno de los pilares de la historia, ya que a lo largo de ésta conoceremos el entorno de Lee (que es como la llaman su conocidos) a través del cual se dan las pistas para desentrañar su pasado. 

Para esto entra su hijo James (Owen Teague), con quien tiene una relación ríspida y que expone un contexto marcado por la violencia intrafamiliar provocada por la adicción de Leslie. Uno de los momentos más crudos de la película ya que hay diálogos fuertes que se quedan grabados en la cabeza, que demuestran el rencor de alguien que a pesar de todo desea ayudar a su madre. 

A partir de ello, dependerá de cada persona el qué tanto pueda sentirse identificada con la temática de la cinta, pero cabe destacar esos momentos que exponen de una forma creíble las cicatrices que dejan las adicciones en el entorno familiar y social. 

Con ello, la actuación de Andrea Riseborough sí merece los aplausos y el hype generado previo al Oscar 2023, puesto que Leslie es alguien que lucha consigo misma para salir del abismo en el que está desde hace años, de tal forma que su transformación es creíble, difícil de ver. Un papel complementado por escenas que complejizan la situación de una persona alcohólica y dentro del cual se pueden entrever las raíces de la adicción.

Suele suceder que, en este tipo de películas, los personajes secundarios se roban momentos de protagonismo y brillan por su carisma, personalidad o por ser un factor de comedia. Aquí no es la excepción ya que, sin dar spoilers, los personajes de apoyo interpretados por Marc Maron y Andre Royo son entrañables, le dan ese toque de comedia y calma al camino empedrado que recorre Les, al tiempo que sirven para ver los contrastes de personas que cargan con sus propios demonios.

Al exponer la situación de una persona que sufre de alcoholismo puede ser difícil encontrar una solución que resulte satisfactoria para todo el público, porque se trata de un evento complejo. De tal forma que esta cinta va a lo seguro y su propósito radica en mostrar una historia emotiva que expone la vulnerabilidad de Leslie.

Es una película sólida de inicio a fin que toca la autodestrucción de su protagonista, pero sin llegar a niveles Darren Aronofsky, sino que busca una solución más cálida, con un mensaje que pretende inspirar o satisfacer al estilo de las cintas que mencioné al inicio. Pueden estar presentes algunos clichés de películas románticas que rompen un tanto la atmósfera creada en principio, pero eso no es algo necesariamente malo, sólo puede ser un detalle que tal vez no convezca a todxs.

Asimismo, los momentos de diálogo no son explicativos, sino que dan pie para llenar los huecos de información que no se dicen. Por ejemplo, el pasado de Leslie no lo vemos más que al inicio y a partir de ahí todo queda en un juego de pistas o momentos que mencionan los personajes para resolver las dudas más importantes de la historia. De ahí que el título en inglés sea simbólico y haga entender como si la redención de la protagonista fuera una carta de perdón a su yo del pasado. 

Esta es una obra a tener en cuenta para los que gusten de los dramas destructivos que muchas veces son considerados en los premios de la academia. La cinta sabe a dónde va en todo momento y se puede dividir en dos capítulos que se viven de forma diferente, uno marcado por la cruda realidad inicial de la protagonista y otro que muestra su lucha por cambiar su situación, con una evolución del personaje que cumple con su cometido.     

Es una gran recomendación para ir al cine en este verano, por lo que si tienes la oportunidad de verla adelante, es una de esas obras con las que es fácil conectar y que puede hacer soltar la lagrimita.