Interpol, una noche entre amigos
Luego de su visita en el tour del XV aniversario del álbum Turn On The Bright Lights en octubre del año pasado, Paul Banks, Daniel Kessler y Sam Fogarino regresaron a nuestro país a presentar su nuevo material y estrenó el video ‘The Rover’, grabado también en la capital mexicana y dirigido por dirigido por Gerardo Naranjo.
Ayer, la banda neoyorkina Interpol llenó el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris en la segunda fecha de su tour promocional del disco Marauder. En un recinto que promete intimidad los fans se desbordaban en muestras de cariño; afuera unos tantos hicieron la lucha hasta el último minuto para conseguir una entrada.
En punto de las ocho de la noche, el escenario se iluminó de rojo para dar la bienvenida a Interpol. En los altavoces la batería marcó el ritmo de ‘Not Even Jail’, seguida de ‘All the Rage Back Home’. La conexión entre los músicos y su audiencia era inevitable, inaudita.
Quizá fue el recinto, la calidez de los mexicanos, el excelente español de Paul Banks, quizá un poco de todo pero más que un concierto parecía una reunión de amigos. Como ya es costumbre, la audiencia recibió agradecimientos por su fidelidad, Banks nos recordó que somos el público soñado de cualquier artista.
La interacción de la banda con sus fans fue constante durante el concierto, pero lo que realmente caracterizó la presentación fue su carisma y su sonido perfectamente bien ecualizado. Poca producción visual, pues no era necesaria. Sólo un par de luces rojas y azules, acompañadas de una esfera tipo disco ball.
De pronto, escuchamos a Banks anunciar la presentación del tema ‘If You Really Love Nothing’ de su nuevo album. Canción que fue bien recibida por todos.No pasó mucho tiempo para que todos se pararan de sus asientos para bailar. Un par de temas más adelante también interpretaron ‘The Rover’.
Una hora pasó antes de que sonaran ‘NYSMAW’ y ‘Slow Hands’ temas con los que la banda abandonaría el recinto, no sin antes despedirse de sus fans. Para el encore llegó ‘Lights’, ‘Obstacle 1’ y mi favorita ‘Evil’. Al salir de teatro, la noche era fresca y un buen sabor de bocas nos acompañó de vuelta a casa.