No soy un súper fan del k-pop, o de la cultura coreana en general, si he disfrutado de su música y especialmente sus películas y sus series, porque siento que hay algo muy mágico que tienen en particular estas últimas, creo con toda la fuerza de mi corazón que son la única evolución viable para las telenovelas mexicanas, un regreso a forma, enfocarse más en la población joven, las futuras señoras y señores, basta de las personas atractivas en sus cincuentas, hola gente atractiva en sus veintes, pero siento que esa platica es para otro día.   

El festival MOKKOJI KOREA es un evento organizado por el ministro cultural, deportivo y de turismo de Corea y supervisado por el KOFICE, que es la Fundación Coreana para el intercambio cultural internacional, prácticamente es como si México llevara el Día de Muertos a otros países con el afán de mostrar la cultura y fortalecer las relaciones entre sus países, en otras otras palabras es una festividad gigante llena de actividades y premios que cerró con un concierto de 2 horas presentando a 2 bandas gigantescas del k-pop y hosteado por el mexicano más famoso de Corea. 

Entonces podrías decir que lo que pasó el pasado 27 y 28 de octubre si fue algo moderadamente grande. Este MOKKOJI KOREA es la novena edición que se festeja, habiendo empezado en el 2020 en los países de Kazakhstan, Myanmar y Filipinas, llevando la mágica de Corea del Sur a otros 5 países a lo largo de estos 3 años hasta llegar a nuestro país lindo y querido, celebrándolo en las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano.      

Como les había mencionado, fueron dos días dedicados completamente a inundar a todas las personas que asistieron en la cultura coreana, con secciones especializadas en ilustrar juegos tradicionales, la propia enseñanza de la lengua coreana, las muchas propuestas de entretenimiento que ofrece el país asiatico, así como una exposición presentando las más famosas atracciones turísticas del país. 

Por otro lado teníamos el mercado en donde distintas marcas coreanas utilizaban el espacio para promocionarse como productos del país invitado. Y por último, pero para nada menos importante, estaba la MOKKOJI FAN ZONE, un gran pedazo del festival enfocado exclusivamente en una de las exportaciones más grandes de Corea para el mundo, el K-pop. Que también estaba puesto para preparar a las personas que asistieron para el final explosivo de esta celebración.   

El concierto desde el principio se veía como la cereza en el pastel, la gran y casi inalcanzable cereza, esto es porque para conseguir un boleto para entrar y estar cerca del escenario los interesados tenían que participar en desafíos impuestos por el festival enfocados en tratar de crear un ambiente fraternal entre ambas culturas, que es lo que nos gusta más de las dos, en que se parecen, fotos de gente disfrutando de las culturas, cosas de ese estilo, pero todo lo valdría cuando los ganadores recibieran sus boletos para poder presenciar un concierto privado solamente para ellos. 

Los headliners, dos bandas muy grandes y famosas provenientes de Corea, MCND y NCT Dream. Un presentador estrella y orgullosamente mexicano, Christian Burgos con una gran trayectoria representando nuestro país por allá. Cómo  podrían intuir, el concierto fue fantástico, bandas bailando, bandas cantando, casi no poder escuchar por los gritos del público, Christian también hizo un gran trabajo en lo que él describió como su primera vez hosteando un evento en español, las vibras estuvieron y pegaron fuerte.  

Ahora, tengo que ser completamente honesto con ustedes, yo si puedo llegar a ser aquella persona que piensa que las bandas de K-Pop pueden llegar a pecar de ser muy plásticas, creadas en un laboratorio para poder vender música y sueños la gente de todo el mundo, pero real creo que ese pensamiento se hizo mucho más pequeño después de asistir al festival, sigo creyéndolo porque es un hecho factual qué son así, pero ciertamente mi nivel de respeto por lo que hacen, por lo que sacrifican se incrementó mucho. 

Uno de los momentos más impresionantes de la noche tuvo que haber sido el fallo técnico que hubo en los últimos momentos del concierto. NCT Dream estaba ahí arriba, dándolo todo y de la nada su canción y las luces del escenario dejan de funcionar. Un desastre total que podría haber terminado muy mal, pero dio paso a que los fans siguieran cantando la canción, lo que hizo que el grupo la empezara a cantar a capella. 

Una conexión real se formó ese día, una muestra de profesionalismo y dedicación al público, ese momento llegó y se fue tan suavemente que el tiempo se detuvo y al mismo tiempo se fue muy rápido, si alguien estaba viendo si dedicarle su tiempo de fanático a lo que ofrece Corea del Sur, siento que ese fue el momento en el que se convencieron. Muchas gracias Christian por sembrar y regar la conexión entre los países. El Festival MOKKOJI KOREA IN MEXICO fue un gran éxito que esperemos pueda volver algún día, pero hasta que llegue aún así tendremos nuestra memorias para decirnos buenas noches.