En la música, Frank Sinatra puso la voz, Elvis Presley puso el cuerpo… Bob Dylan puso el cerebro

                                                                                             Bruce Springsteen 

Robert Allen Zimmerman, mejor conocido como Bob Dylan es uno de los personajes más fascinantes y contradictorios de la música contemporánea. Se inició en la música a principios de los sesenta, desde sus primeros años las melodías que compone se convirtieron en guía de otros géneros y su capacidad poética influyó en diferentes artistas; sus canciones hacían recapacitar a los jóvenes de aquella época, su lenguaje fascinó por la parodia, la metáfora e ironía que utilizaba. 

A Bob Dylan se le recuerda por sus aportaciones al folk, country, blues y rock, pero el mayor aporte son sus poemas cantados, hecho que lo convierte en un juglar moderno. Para hablar de su música, tendría que escribir otro artículo, así que sólo haré dos menciones; “Blowin’ in the wind” se adoptó como himno contra la guerra, “Like a Rolling Stone” fue elegida como la mejor canción de todos los tiempos; sus discos más importantes son: Time Out of Mind (1997), Love and Theft (2001) y Modern Times (2006).

Tuve la fortuna de escucharlo dos veces en vivo, son experiencias que no olvido; pero tengo que ser honesto, después de escucharlo desde muy joven aún no puedo entender por completo sus letras. Es indudable el sentimiento y grandeza a la hora de escribir, las incontables canciones de Dylan traspasan el ámbito musical, se convirtieron en un símbolo de ilusiones poéticas; su trabajo se extienda a poemas, arte plástico y un libro de memorias, en ese sentido su talento no es puesto en duda.

Tarántula el único libro que Bob Dylan ha publicado, la obra reúne textos que mezclan prosa, verso y personajes bizarros, dejo una pequeña muestra de lo que se puede encontrar en el libro, dice así: 

donde vivo ahora, lo único que hace que la zona
funcione es la tradición –como puedes imaginarte,
no importa mucho –todo a mi alrededor se pudre…
no sé cuánto tiempo lleva esto así, pero si sigue igual
pronto seré viejo -& sólo tengo 15 años –el único trabajo
que hay aquí es la mina –pero jesús,
¿quién quiere ser minero?... me niego a ser parte
de una muerte tan superficial –todo el mundo habla
de la edad media como si estuviéramos en la edad media-
haré lo que sea para largarme de aquí –mi cabeza
corre río abajo –vendería mi alma al elefante-
engañaría a la esfinge –mentiría al conquistador…
aunque quizá te hagas una idea equivocada,
firmaría un contrato con el diablo…
por favor, no me envíes más relojes de viejo –ni
más libros ni paquetes frágiles… si vas a enviarme
algo, envíame una llave –encontraré
la puerta que le corresponda, aunque me lleve
el resto de mi vida.
tu amigo,
Amigo 1

Este texto es sin duda una pequeña prueba de que Tarántula es una obra visionaria, pareja inseparable de las mejores canciones de Dylan.

Alberto Cabello / Flickr

No es mentira que Dylan se expresa de forma irónica, que se resistió a cumplir el papel de gurú y que es distante con su público, tampoco es mentira que es de las personalidades más destacadas del siglo XX, que aunque lo niegue es ícono, leyenda y símbolo de toda una generación, a la cual a través de sus canciones cargadas de metáforas la hizo pensar y reflexionar. Sin temor a equivocarme Bob Dylan fue, es y será un personaje enigmático, difícil de entender y aceptar. 1. Tarántula, Bob Dylan, Primera edición Océano 2013, Pags. 114, 115.