¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
esa daga final? Acaso mía
será la noche fúnebre y vacía
que vuelva a ser de pronto primavera.

Fragmento del poema “Presencia” de José Emilio Pacheco

La Ciudad de Mexico ha sido la cuna de muchos escritores y poetas nacionales y extranjeros a lo largo de su historia. Pero, sin duda alguna, uno de los mas recordados en nuestros tiempos es el escritor Jose Emilio Pacheco Berny, un personaje que nos regaló poemas, ensayos, cuentos, novelas, traducciones y una inolvidable columna a lo largo de su vida. 

Nació un 30 de Junio de 1939 en la colonia Roma de la Ciudad de Mexico, tuvo un acercamiento a la literatura desde pequeño, cuando en las vacaciones visitaba a sus abuelos en Veracruz y su abuela le leía distintos cuentos, convirtiéndose así en escritor, cuando decide prolongar el final de uno de ellos. 

Pacheco estudió Derecho y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de Mexico (UNAM) y tuvo su primera oportunidad en 1957 cuando, al lado de Carlos Monsiváis y Raúl Renán, dirigió el suplemento “Hojas nuevas” de la revista Estaciones, un suplemento orientado a los nuevos escritores de la época. Además de éste, José Emilio colaboró en el suplemento de NOVEDADES de la mano de Fernando Benitez, donde escribía sobre libros. Publicó un cuaderno de cuentos respaldado por Juan José Arreola en Cuadernos del Unicornio donde presentó la primera versión de “La Sangre de Medusa” y así despegó su carrera.

Definido como un incansable re-escritor en busca de la perfección de su obra, el repertorio de José Emilio Pacheco comenzó con La sangre de Medusa y otros cuentos marginales en 1959, intercalando los siguientes años de su vida entre la poesía, con libros como:  Los elementos de la noche (1963), El reposo del fuego (1966), Irás y no volverás (1973), Desde entonces (1980), El silencio de la luna (1995), Siglo pasado (2000), entre otros; y la narrativa con cuatro obras más: El viento distante (1963), Morirás lejos (1967), El principio del placer (1972) y la emblemática Las batallas en el desierto (1981). 

Premio Reina Sofía 2009

Un escritor en toda la extension de la palabra, dedicado también al periodismo cultural escribiendo la columna Inventario para la revista PROCESO. Merecedor de dos Arieles por la mejor historia original y la mejor adaptación cinematográfica por la película El Castillo de la pureza en 1973 dirigida por Arturo Ripstein, con quien trabajo en varios guiones más. Fue profesor en universidades de Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y México. Miembro del Colegio de México desde 1986 y traductor de obras como Un tranvía llamado deseo(Tennessee Williams),Cuatro cuartetos (T. S. Eliot), Como es (Samuel Beckett), De Profundis (Oscar Wilde), entre otros.

Una memorable trayectoria que ha sido galardonada con más de 20 reconocimientos y premios, entre los que destacan: Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1969 por No me preguntes cómo pasa el tiempo; Premio Nacional de Periodismo de México 1980 por Divulgación Cultural; Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo 2003; Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2004; Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca 2005; Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2009; Doctorado honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México 23 de septiembre de 2010, por mencionar solo algunos. 

José Emilio Pacheco y Cristina Pacheco

“Tuvimos la fortuna de conocer a una persona especial, tan especial que podía pasar como una persona común y corriente.” Son las palabras de Cristina Pacheco en una entrevista para la serie Historias de Vida; su acompañante desde que se conocieron en los caminos de la universidad y la vida misma. José Emilio Pacheco o JEP, como solía firmar sus escritos, murió un 26 de Enero de 2014. Dejó un legado que perdurará por su estilo, por el uso correcto de las palabras, de la rima; por la constante autocrítica y corrección a su obra, a su propia historia. Si hoy viviera cumpliría ya más de 80 años.