1990: en Reino Unido se cocina una de las olas musicales más grandes desde hace década y media, el punk. Sid & Nancy, los Sex Pistols, Vivienne Westwood, chamarras de cuero de segunda mano y piercings: las subculturas tenían su propio corazón latiente en Inglaterra. 

La anarquía y los ritmos rápido y frenéticos del punk pronto se vieron cara a cara con su antónimo materializado por los tempos atmosféricos 4/4 que reinaban en el trip hop que ganaron fama en el terreno musical para 1990, específicamente en Bristol. Este término fue acuñado por Mixmag en su artículo sobre el productor americano DJ Shadow para tratar de describir las múltiples mezclas que se amalgamaban y lograban este efecto soñador con reminiscencias del hip hop en su beats y una melódica voz que recuerda al R&B.  

Coach House Studio se volvió un hot-spot para todas las bandas emergentes de trip hop en Bristol, y esto no fue excepción para la banda condecorada como la mejor del género (para algunos) Portishead.  Beth Gibbons, vocalista de la agrupación, conocería a Geoff Barrow, posterior productor y músico de la banda, en una feria para el emprendedurismo organizada por el gobierno inglés y de allí en adelante se aliarían con el guitarrista Adrian Utley quien traería a la mesa su pasión por los samples y la innovación de la mano con Barrow. 

Su álbum debut, Dummy, tomaría a todo mundo por sorpresa. Desde su lanzamiento en 1994 hasta la fecha es considerado como uno de los mejores 500 álbumes de la historia por la revista Rolling Stone vendiendo alrededor de un millón de copias en Estados Unidos el año de su lanzamiento. Dummy se volvería platino y se consagraría como un referente de gran importancia en el tip hop.

Portishead (1997), el disco consecutivo, conservaría esta atmósfera mágica y melódica de su hermano menor, sin embargo, no contaría con el mismo éxito. El súbito éxito, las giras, todo parecía girar sin control de acuerdo a Barrow. Tras 11 años de hiatus los nativos de Bristol regresarían reinventados con Third (2008), una mezcla de rock psicodélico y kraurock que marcó un antes y un después con sus ritmos fuertes, su sintetizador protagónico y su atmósfera oscura.

 La esencia de la banda, pese a su presencia discontinua en la escena musical, puede ser encontrada en diferentes agrupaciones como por ejemplo Morcheeba o Sneaker Pimps, hablándonos de lo influyentes que fueron (y siguen siendo) en el mundo de la música. 

Gibbons, Barrow y Utley son sin duda alguna músicos cuya pasión es notoria en los proyectos en los que trabajan. La cruda e hipnótica manera en la que esta agrupación transmite sus sentimientos a las masas es, sin duda alguna, mágica. Poco se ha sabido de ellos en los últimos años, por lo que no nos queda más que aguardar ansiosos por el regreso de una agrupación que no tiene par: Portishead.